Los tres incidentes navales previos al de El Saler, archivados y sin culpables

La mancha de fuel de dos kilómetros de longitud que esta semana ha punteado de manchas negras las playas de El Saler, Pinedo y la Devesa ha tenido una rápida respuesta de la Administración. El carguero de contenedores, de la naviera MSC y con bandera de Panamá, permanece inmovilizado en aguas de fondeo del Puerto de Valencia hasta que deposite el aval por el

Los antecedentes no invitan al optimismo. Los tres incidentes navales ocurridos en los últimos seis años en las costas valencianas se han cerrado en falso. Ninguna investigación concluyente por parte de la Administración, ninguna diligencia judicial o fiscal que haya terminado con una acusación de delito medioambiental y ningún armador, capitán o responsable de naviera acusado por los hechos. Y eso que algunos de los precedentes tuvieron una considerable gravedad.

Pasa el tiempo y prescribe

«Pasa el tiempo y prescribe»

En junio de 2008, nada menos que una marea negra de cuatro toneladas de fuel avanzó hacia las costas de Valencia. Las corrientes marinas y el viento evitaron un desastre medioambiental y sólo unas decenas de kilos llegaron a la costa. Pero del barco origen del vertido, ni rastro. Capitanía inspeccionó físicamente hasta una treintena de barcos y analizó muestras tomadas en cuatro navíos. Incluso echó mano de un programa informático de simulación de vientos, corrientes y trayectorias de barcos para poner nombre al carguero que originó el vertido. Nada. El expediente se cerró sin hallar culpable alguno.

Los ecologistas hace tiempo que ven «mayores sanciones penales para los casos de contaminación» como la única solución al problema. Así piensa el coordinador de Ecologistas en Acción en la Comunitat, Carlos Arribas, quien lamenta que haya incidentes navales no resueltos «muy a menudo. En la mayor parte de los procesos. Va pasando el tiempo hasta que unos u otros toman una decisión. Y prescribe...».

Sólo un año después de la marea negra de cuatro toneladas de combustible, otra espesa amenaza llegó a la costa de Valencia. En esta ocasión, frente a Alboraya. «Puede haber sido cualquiera», fueron las palabras del capitán marítimo, Felipe Cano, cuando se produjo el incidente en junio de 2009. Un pronóstico acertado sobre lo que finalmente sucedió. La media tonelada de fuel que manchó las playas de Valencia y Alboraya obligó a notables tareas de limpieza. Pero de nuevo la investigación quedó en agua de borrajas. Pese a la decena de barcos investigados, el asunto acabó siendo archivado por Capitanía Marítima.

El último, y quizás el más sonado, de los incidentes navales, se produjo en septiembre de 2012. Todos los valencianos recuerdan la estampa de los buques 'BLE Sunrise' y 'Celia', varados frente a El Saler tras un temporal. La playa se convirtió en atracción turística, las tareas de remolque arrasaron el fondo marino y los cientos de curiosos dañaron el cordón dunar.

Aquí hubo una de cal y otra de arena. La naviera sí acabó pagando los 600.000 euros reclamados por la Administración para regenerar la playa. Pero la posible comisión de un delito medioambiental se escoró hasta quedar en nada al archivar las diligencias la Fiscalía.

Desde Ecologistas en Acción reclaman que el caso contra el 'Sunrise' (buque acusado de los destrozos) se reactive: «La Administración tendría que reabrirlo y tratar de llegar hasta el final para conocer qué ha pasado para que se dañe el medio ambiente».