Sagunto celebra la tradicional suelta de patos pese a las críticas de los animalistas

La dársena del puerto marítimo de Puerto de Sagunto ha sido testigo, un año más, de las tradicionales cucañas y la suelta de patos. Autobuses lanzadera han llevado a centenares de vecinos y visitantes hasta la orilla del mar para disfrutar de la travesía a nado y el palo engrasado. Pero el plato fuerte ha llegado poco después de la una del mediodía con la tradicional y polémica suelta de patos. Este año todos los participantes en la suelta, previa inscripción, debían llevar una camiseta identificativa.

La peticiones de las entidades animalistas y protectoras para que el Ayuntamiento de Sagunto no celebrara la suelta no ha servido de mucho.

Las barcas han lanzado patos y pelotas ante un público entregado que previamente había recibido una nota informativa en la que se especificaba cómo coger a los patos para no provocarles ningún daño o lesión. Ni del cuello, ni de las patas o alas para evitar luxaciones.

Tras la recogida de ánadas, éstos debían devolverse a la organización y un veterinario ha certicado que el estado de los animales era bueno.

La fiesta está prohibida por la Generalitat, tras una sentencia que en 2006 dio la razón a un grupo de defensa de los animales que protestó por el maltrato que sufrían los patos, aunque la fiesta se ha seguido desarrollando y el ayuntamiento ha tenido que hacer frente en los últimos años a las multas impuestas por la administración autonómica.

El Ayuntamiento saguntino acordó a finales de julio autorizar a la Federación de Peñas de Puerto de Sagunto para desarrollar esta tradicional suelta de patos, que se ha realizado bajo la supervisión de un veterinario y bajo una "estricta" normativa.

El ayuntamiento ha recalcado que estaba "totalmente prohibido cualquier acto que implique crueldad o maltrato hacia los 110 patos" que se han soltado al agua durante la celebración de esta fiesta popular, que data de 1946 y en la que los participantes compiten por atraparlos.