La arquitectura modernista de la estación de Carlet

Una de las joyas del patrimonio ferroviario de la provincia de Valencia, que tiene obras maestras como la estación del Norte o la del Grao, entre muchas otras, se encuentra ubicada en el municipio de Carlet. La estación de ferrocarril, que data de 1925, es una obra modernista diseñada por Francisco Mora Berenguer, un prestigioso arquitecto nacido en Sagunto a finales del siglo XIX que estudió en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, frecuentó el taller de Antonio Gaudí y a su vuelta a la ciudad de Valencia, ya como arquitecto municipal del Ensanche, diseñó edificios tan emblemáticos como el mercado de Colón, el palacio municipal de la Exposición Regional Valenciana en 1909 o el Hospital de San Juan de Dios, además de la reforma de la Casa Consistorial, del Ateneo Mercantil y varios edificios en la calle de la Paz, la plaza del Ayuntamiento o la Gran Vía.

La obra arquitectónica que los viajeros pueden contemplar a su llegada al municipio de Carlet cuando se apean de un convoy está incluida en el Plan Especial de Protección del Casco Antiguo de Carlet desde 1982, y sus vecinos le tienen especial cariño. Se compone de dos cuerpos principales, la sala de espera y la torre, y otro secundario de menor altura. La primera planta del edificio está unificada por la utilización de bandas de ladrillos de distinta coloración, que le han dado tradicionalmente un aspecto muy característico. En el cuerpo central se abren ventanas de arcos rebajados con aire gótico. Un gran friso de azulejo, con el nombre de la estación y la fecha en la que fue construida, preceden al remate de la torre, de un almenado neomudéjar. El colorismo de la cerámica se repite en los arcos recayentes a la vía. Un estilo que recuerda, efectivamente, a otros edificios de la época, donde se utilizó la cerámica como parte importante de la decoración de las fachadas.

El edificio se construyó en 1925, aunque la línea de ferrocarril entre Valencia, Alberic y Vilanova ya funcionaba desde 1892. Fue una de las primeras líneas en entrar en funcionamiento, después de que a mediados del siglo XIX se inaugurara la primera línea de ferrocarril en la Comunitat Valenciana, que conectaba con el Grao, lo que actualmente es el puerto. La antigua estación de Carlet fue sustituida por la que diseñó Francisco Mora 30 años más tarde, de entrar en servicio, y que todavía está en uso y en un excelente estado de conservación. Forma parte del patrimonio de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana desde que se habilitó la línea de metro 1, que sustituyó al antiguo trenet de vía estrecha que circuló por l'Horta y la Ribera durante décadas, y que permitía, como lo hace ahora, que los vecinos de un municipio tradicionalmente agrícola pudieran llegar en transporte público hasta la capital.

Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana firmó recientemente un convenio con el Ayuntamiento de Carlet para ceder la estación al Consistorio durante 25 años, después de que la alcaldesa de la población le trasladara al gerente de FGV su interés por la estación. A cambio, se está encargando de rehabilitar el inmueble, que será destinado a usos de interés social, prioritariamente de carácter cultural. La estación no dejará de tener el uso de expendeduría de billetaje del metro, aunque el resto de las instalaciones estaban infrautilizadas.

Las obras de rehabilitación del edificio, que ya han comenzado, se centran en la limpieza y restauración del exterior, además de una remodelación integral del interior para que los vecinos puedan disfrutarla. Además, el inmueble tiene ciertos elementos que deberán ser retirados, porque no corresponden al tiempo en el que fue diseñado por Francisco Mora, sino que se añadieron con posterioridad.

No es la única construcción que cuenta con una protección especial por su valor arquitectónico o histórico. Además de las edificaciones religiosas, la ermita de Sant Bernat y la iglesia arciprestal de la Asunción, Carlet cuenta con varias joyas arquitectónicas. Perdura una torre como único vestigio que queda en pie del palacio de los Condes de Carlet, también del siglo XVII, y está fechada en la misma época que la estación el mercado municipal, construido en 1930, además del teatro el Siglo, que data del XIX.