Una clara apuesta por los cruceros

La receta del éxito económico de Alicante para el futuro está clara: especializar el turismo, aumentar la calidad de los servicios y aprovechar los sectores emergentes. Tres ingredientes necesarios para relanzar una maltrecha economía sacudida por la crisis que debe cambiar su tejido productivo. Pese a todo, el desempleo «ha descendido en los últimos cuatro meses» y en torno a «4.000 personas han logrado un trabajo», asegura el concejal de Fomento y Empleo del ayuntamiento de Alicante, Carlos Castillo.

El estudio 'Impulsa Alicante' alerta de que la capital de la provincia ha perdido dinamismo demográfico y solo ha crecido por la llegada de inmigrantes. «Pero no hay que olvidar que es la ciudad más poblada de la provincia y un polo económico importante. Si se consigue mejorar el tejido productivo con empresas de mayor valor añadido, se fijará gente joven y altamente cualificada que en estos momentos se va fuera».

La economía está basada en el sector servicios, sobre todo, en el turismo, «que muestra símbolos de obsolescencia y no le permite diferenciarse». Por eso, deben empezar a cocinarse esa receta mágica, con el apoyo de las pymes y los emprendedores, «que son la auténtica realidad de la economía alicantina y la que mayor capacidad de empleo tiene», recoge el informe. «Tampoco se puede perder la mirada al exterior y se debe apostar por la internacionalización».

Una de las principales apuestas pasa por impulsar un turismo diferenciado. Y eso incluye desde el turismo de negocios hasta el sociosanitario y el de cruceros. Precisamente, sobre este último, Alicante será este año escala de medio centenar de cruceros. Un dato significativo teniendo en cuenta la escasa llegada en los años anteriores. «Las decisiones de atraque en los diferentes puertos se toman con casi dos años de antelación y dependen del atractivo de la ciudad y de si se cumplen o no las necesidades del viajero, que son tres: comer, comprar y divertirse», explica Castillo. Por eso, Alicante debe ser una ciudad «abierta cada día».

De momento, ya se ha reforzado la apertura de horarios comerciales y están creando diversas empresas locales alrededor de los cruceristas, como guías especializados. Además, se ha externalizado la explotación de la terminal. La ciudad mira al mar y para ello se han involucrado desde el puerto, al aeropuerto, hoteles y comercios.

Según un estudio de la Cámara de Comercio de Alicante, la economía alicantina ha ido afianzando su recuperación en los últimos tiempos. Tras la devastadora crisis, los indicadores económicos vuelven a ser positivos. Aumenta la compraventa de viviendas así como los visados de obra nueva y la licitación de obra civil. Las exportaciones alicantinas de mercancías aumentaron un 8,7 % en el segundo trimestre de 2014 frente a un incremento del 3,4 % en el primero, alcanzando en la primera mitad del año un crecimiento interanual del 6 %, superior al registrado en el ámbito nacional (0,5 %). Subieron las exportaciones de bienes de consumo (60 % del total) y descendieron las de bienes intermedios y de capital. Por áreas geográficas, las exportaciones dirigidas a la Unión Europea (65 %) aumentaron un 7,2 % y las destinadas a la zona euro (52 % del total) se incrementaron un 7,7 %. «Las ventas exteriores a destinos extracomunitarios crecieron un 4,1 %», determina el documento de la Cámara de Comercio de Alicante.

Las importaciones también se aceleraron, registrando un aumento interanual del 10,9 % en el primer semestre, al verse impulsadas tanto por el avance de las exportaciones como por el crecimiento de la inversión y el aumento del consumo de los hogares. Como resultado de la evolución de las exportaciones y las importaciones, el superávit comercial de la provincia se situó en 784,9 millones de euros.

Arco mediterráneo

La formación, la cualificación y capacitación para el empleo son el camino a seguir si Alicante quiere competir en igualdad de condiciones con sus ciudades de referencia a nivel provincial, nacional y especialmente en el arco mediterráneo.

Además, según el estudio 'Impulsa Alicante', la localidad debe vender al exterior uno de sus activos más importantes: la calidad de vida. Se trata de una ciudad que, sin duda, ha venido siendo percibida como tal, pero que en los últimos años ha ido perdiendo activos en este aspecto. «Alicante ha de luchar por ser percibida como una ciudad habitable para conseguir retener a las familias y atraer a población extranjera cualificada, y cuenta con suficientes activos para trabajar sobre este concepto», recoge el documento municipal.

Para Castillo, la ciudad también debe aprovechar el carácter internacional que le reporta que el 15% de su población sea extranjera, tanto en los centros educativos con intercambios como en las empresas con mejoras en idiomas. Para ello se ha puesto en marcha un plan de internacionalización con el fin de apoyar a las empresas a salir al exterior.