Un acto militar en el cuartel Vigil de Quiñones de Mislata en el año 2009.

Mislata toma aire con el cuartel que marcó su pasado

La ciudad recupera el espacio del complejo militar Vigil de Quiñones, que configuró el barrio del Quint en una huerta de origen morisco

Paco Huguet

Sábado, 28 de marzo 2015, 00:18

El espacio cuartel militar Vigil de Quiñones ha vuelto a los vecinos de Mislata. Precisamente, dentro de dos días los vecinos votarán para decidir qué tipo de uso se le dará: para formación y empleo; salud y bienestar, o deporte, ocio y tiempo libre.

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Dentro de muy poco culminará un proceso que comenzó en 1944 con la proyección de las obras de construcción del acuartelamiento, anexo a lo que entonces era el futuro Hospital Militar. El cuartel debía darle apoyo logístico al centro sanitario, operativo en el año 1954, según apunta Julián Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos del Barrio del Quint de Mislata, en el que se ubica el Vigil de Quiñones.

Un año más tarde, en 1955, empezó a funcionar el cuartel con 300 soldados que pertenecían a Sanidad Militar y que ocupaban hasta cinco edificios.

La zona de su ubicación era una huerta que tomó su nombre de un impuesto creado en la época de la Reconquista. Los moriscos que allí cultivaban hortalizas debían pagar como tasa un quinto ('quint') de sus cosechas. El barrio tomó el nombre «del pozo del Quint, del que este año se cumple el centenario», el 25 de abril, subraya Julián Martínez. En aquella zona de huerta la acequia de Favara hacía de límite con Valencia y Quart de Poblet.

La construcción del cuartel «supuso primero la construcción de dos fincas en medio de la huerta» en esa segunda mitad de los años 50. Poco a poco, prosigue el presidente vecinal, el barrio fue «alojando a los trabajadores de tres grandes fábricas de la carretera de San Antonio, antiguo camino de las Cabrillas: Vilarrasa, Ytong y Conresa». Era una época en la que la capital y su área metropolitana recibían inmigración fundamentalmente manchega (de Albacete y Cuenca), pero también extremeña y de otras poblaciones valencianas de interior.

El cuartel tomó el nombre de Rogelio Vigil de Quiñones y Alfaro, un médico y militar nacido en 1862, cuatro años antes que LAS PROVINCIAS, y que se convirtió en uno de 'Los últimos de Filipinas'.

El cuartel era el corazón del barrio. Los vecinos recuerdan anécdotas como cuando en los 70 «nos poníamos a hacer cola en un horno en una calle abierta pero que pertenecía al Ejército. Alguna vez nos llevamos un susto de los soldados», recuerda divertido Julián Martínez.

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Hacia el año 2000 la OTAN decidió centralizar servicios y en el año 2009 comenzó el proceso de entrega de los espacios de Defensa al municipio, que se materializó el pasado 17 de enero en un evento histórico y multitudinairo en el cuartel, abierto casi por primera vez en décadas a unos vecinos que acudieron en masa a presenciar el acto protocolario. «Haber logrado la cesión del cuartel militar es especialmente importante», resaltan fuentes municipales. El motivo es que Mislata ya tiene urbanizado prácticamente todo el término municipal y se hace vital ganar el espacio para la ciudad.

Los vecinos exigen a la Conselleria de Sanidad que dote el Hospital Militar, que ya había sido cedido por el Gobierno central, y «que no lo desmantele para equipar el de Manises», apostilla Julián Martínez.

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Además, esta asociación vecinal está a favor de que el cuartel acabe adquiriendo un uso sociosanitario, como centro social o residencial para la tercera edad. En cualquier caso, quedará en manos de todos los habitantes en la consulta de este próximo lunes.

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