Poderosas industrias fraguadas a orillas del río y la pista de Ademuz

En menos de 1.000 kilómetros cuadrados, el Camp de Túria aglutina más 250 grandes empresas y seis polígonos industriales de referencia. Esta comarca, con unas comunicaciones con Valencia inmejorables, una disposición geográfica envidiable y unos terrenos asequibles, es uno de los principales motores económicos de la provincia.

El primer sector económico de la zona es el de la hostelería y turismo, con una ocupación del 22%, seguido de las actividades sanitarias y servicios sociales, con un 16%. ¿Por qué destacan estas áreas? «Desde hace unos 15 años, los principales municipios se convierten en ciudades de residencia y se produce ese paso de la agricultura a la construcción y servicios a la población, como la restauración y la atención médica. Todo ello dirigido a una población mayoritariamente en edad de trabajar y donde hay un alto índice de natalidad», reflexiona la secretaria general de la Asociación Empresarial Camp de Túria, Carmen García.

La restauración está en auge y empieza a despuntar la gastronomía de alto nivel. La comarca también dispone de numerosos centros privados de atención sanitaria e instalaciones educativas. Desde centros médicos, clínicas, farmacias, colegios y guarderías hasta residencias, centros de día y centros de atención a asuntos sociales y culturales.

Todo ello se complementa con los servicios a empresas y el comercio local (que representan el 11% del total, según datos de la organización) y una fuerte actividad industrial. «Tenemos una gran actividad en nuestros seis polígonos industriales y con una concentración de grandes empresas », afirma la portavoz empresarial. Firmas como RNB Cosméticos en la Pobla-l'Eliana, interproveedor de Mercadona, Juguetes Falomir, Gadea Hermanos en Llíria de prefabricados de hormigón, Grupo Sanz, especializado en material agrícola en Llíria, Autoliv BKI, Bodegas Vegamar en Calles, etc. También la crisis ha acabado con muchas otras factorías de renombre.

Las principales fortalezas son la accesibilidad tanto a Valencia como al aeropuerto (apenas a 12 kilómetros de ambos puntos neurálgicos), la disposición geográfica, casi en un rectángulo en línea recta que crece a izquierda y derecha de la CV-35 y unos terrenos más baratos que en Valencia. «Los accesos de la autovía de Ademuz así como al puerto son clave », añade García.

A las fábricas tradicionales derivadas de la agricultura (vino, almacenes de frutas...) se van sumando, a partir de 1967, industrias de diversos ámbitos: textil, confección, muebles, metalurgia o construcción, todas ellas ligadas al abastecimiento del área urbana de Valencia. A finales de la década de los 90, destacan la cerámica, la maquinaria industrial, la informática, los juguetes y la confección. La estructura del sector secundario conjuga este crecimiento con la instalación de empresas de ámbito estatal o multinacional.

El Camp de Túria cuenta con cerca de 8.500 empresas, que son multisectoriales. La comarca posee un total de 29 polígonos, aglutina principales concentraciones se dan en seis de ellos. El de Ribarroja concentra una parte importante de industria: madera, embalajes, metal, gomas, plástico, moldura, materiales de construcción... El textil en Llíria, prácticamente ha desaparecido con la invasión de productos asiáticos y apenas subsisten algunas comercializadoras. Históricamente han destacado las fábricas textiles, de muebles, prefabricados de hormigón y embotellado de vinos.

Vilamarxant ha destacado por la cerámica y la construcción y en Bétera, la industria se ha centrado en la madera, la transformación de productos metálicos y la manufactura de la naranja.

Naranjos , almendros y viñas

El Camp de Túria siempre ha sido una tierra fértil. Las zonas más llanas y próximas al río Turia dan naranjas y las más alejadas, sobre los cerros y lomas, están repletas de cultivos de secano: olivos, algarrobos y almendros. También, según datos de la asociación empresarial, de viñas. En la actualidad la agricultura representa sólo el 5 % de su economía, según los datos facilitados por la entidad empresarial. Destacan los cítricos en Bétera, Ribarroja del Túria y Llíria, los almendros y olivos de Casinos y, aunque ya menos, las cebollas en la Pobla de Vallbona.

Poblaciones como Bétera y San Antonio de Benagéber siguen aumentando su población y García vaticina un incremento en la presencia del sector servicios. «Además, en los próximos años confiamos en que los seis parques empresariales principales de la comarca estén a pleno rendimiento. Esperamos que en tres años se completen los servicios de aquellos que están aún desarrollándose», apunta. Se refiere, a la fase 2 del polígono de l'Eliana y el de Llíria, en expansión. Mas de Tous, en la Pobla de Vallbona, puede presumir de modernidad, a pesar de los efectos de la crisis económica. «Geográficamente es excelente y estamos seguros de que los negocios volverán allí», confían los empresarios.

El fenómeno de las urbanizaciones en las últimas décadas también ha marcado la economía comarcal y ha impulsado sectores como el de la construcción y los servicios. Ribarroja del Túria cuenta con 12 urbanizaciones consolidadas y varios núcleos diseminado y en la Pobla de Vallbona se contabilizan hasta 38. Son sólo dos de los muchos ejemplos.

El futuro se vislumbra esperanzador. «La dinámica generalizada en los últimos años es de crecimiento poblacional y también esperamos que haya un auge económico. El sector servicios despuntará en los próximos años y aumentará el teletrabajador, profesionales que trabajarán desde sus hogares», pronostica.

Otra de las oportunidades de la comarca pasa por el Hospital de Llíria, inaugurado este mismo mes aunque todavía funcionando a medio gas. La instalación sanitaria contratará a un buen número de personas de la zona, lo que reportará mayor riqueza, recursos y bienestar.

Camp de Túria dispone, además, de un centro de negocios para profesionales y empresarios. «Funcionamos desde hace cinco años y ofrecemos alquileres que van de los 200 a los 400 euros al mes. Ya contamos con cerca de 200 empresas», explica Carmen García, que dirige este centro, que ofrece asesoramiento integral de apertura de negocios, facilidades para abrir el mercado a China y otros servicios.