Pirotecnia valenciana para partir rocas de 200 toneladas en Cortes de Pallás

La ingeniería geológica más avanzada y la pirotecnia van a aliarse para poner fin al yugo de las rocas en Cortes de Pallás. La empresa contratada por Iberdrola para la retirada del enorme trozo de ladera desprendido en abril de la montaña empleará pirotecnia valenciana para partir los pedruscos más voluminosos.

De este modo, se evitan por completo los sistemas de barrenos, propios de canteras o grandes conductos subterráneos. No habrá voladuras. La alternativa es un sistema de máxima seguridad que está basado en el empleo de miles de cartuchos de pirotecnia de muy baja potencia.

Introducidos mediante orificios dentro de las rocas, generan microexplosiones que parten el material desde dentro sin que salgan trozos proyectados. Estas detonaciones de alta precisión "apenas generan proyecciones de partículas", como aclararon fuentes implicadas en la operación técnica.

El primer paso ha sido la identificación de aquellos fragmentos más pesados, imposibles de retirar sin dividirlos en trozos. "Algunas rocas que cayeron tienen un peso de 200 toneladas", expuso el jueves el conseller de Gobernación, Luis Santamaría, durante su visita al municipio para interesarse por las obras.

Una vez seleccionadas las rocas más voluminosas, entra en funcionamiento el sistema Demorock. "Esta novedosa técnica se emplea en emplazamientos donde no hay posibilidad de acceso de maquinaria ni vehículos y, en este caso, donde las rocas pesan más de 20 toneladas y es necesaria su fragmentación para poderlas trasladar", detallan los expertos consultados.

Orificios y alta precisión

El funcionamiento es sencillo, pero precisa de personal capacitado para su manejo. En primer lugar, se realiza en la roca una serie de orificios con el suficiente diámetro para que quepa el cartucho. La clave está en la profundidad y en el reparto estratégico de los puntos internos donde se producirán las pequeñas detonaciones.

Una vez el material pirotécnico reposa ya dentro del pedrusco, se activa la microexplosión con un mando a distancia conectado con cables a la roca. Es, en esencia, una mecha eléctrica de alta precisión. Con la vibración simultánea que generan esas detonaciones controladas, la roca se fragmenta en unos pocos trozos de menor tamaño. Como la potencia es muy escasa, esas partes no salen proyectadas.

Capacidad mecánica

La empresa encargada de las obras es Paramassi, una firma con sede en Burjassot especializada en sistemas de protección de taludes y con amplia experiencia dentro y fuera de España. Los técnicos consultados estiman que será necesario emplear unos 7.000 dispositivos para partir las rocas más grandes del desplome.

"El material puede tener un cierto parecido con los petardos. Pero mientras éstos tienen como objetivo único el ruido, los empleados para fragmentar las rocas de Cortes buscan conseguir capacidad mecánica para romperlas", aclaran los expertos. "Es una técnica novedosa que viene de Estados Unidos y que, hasta la fecha, no se había utilizado en la Comunitat. No funciona como un petardo tradicional, es más bien una expansión de gases a partir de una composición pirotécnica", aclaró Quico Martínez, gerente de la reputada pirotecnia valenciana Europlá.

Las primeras rocas han sido partidas y el sistema funciona a la perfección. El personal contratado por Iberdrola lleva ya una semana de tareas de saneamiento y se están cumpliendo los plazos para que la montaña de Cortes esté liberada de los escombros a finales de agosto.

Entre las rocas desprendidas, operan técnicos formados en múltiples disciplinas: geología, obra pública, alpinismo, logística... Otro elemento clave son las dianas-láser. Como indicó el conseller Santamaría, "analizan cualquier movimiento de roca al milímetro" y eso permite tener la zona bajo control mientras duran las obras. Las rutas por las que retirar los residuos sólidos de piedra ya están trazadas. La odisea de Cortes está, cada día, más cerca de su final.