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Viernes, 26 de junio 2020
El control de aforo se ha convertido en un aspecto esencial tanto en la desescalada como en la 'nueva normalidad' como una de las clave para evitar contagios. Tanto es así que también se aplica a espacios al aire libre tan amplios y concurridos como las playas. Esto ha provocado que las localidades costeras hayan establecido unos números máximos de turistas en sus arenales para que no se masifiquen y así evitar rebrotes.
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Esta medida no ha supuesto demasiados problemas a Cullera que cuenta con uno de los arenales más extensos de la Comunitat, más de 15 kilómetros de playa, y que puede albergar a unas 88.000 personas. Desde el primer momento en el que se conocieron las normas para reabrir las playas tras el confinamiento, el alcalde, Jordi Mayor, resaltó que Cullera no tendría dificultades de aforo debido a las condiciones de esta zona costera.
Con estas cifras no será necesario reservar cita para acceder a los arenales, ni se parcelará el terreno como en otras localidades turísticas.
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Para controlar este aforo se ha puesto en marcha un sistema de medición con el que los usuarios pueden comprobar a través de un mapa cartográfico la cantidad de ocupación de cada una de sus playas. Con distintivos de colores, rojo, amarillo y verde, podrán conocer si el nivel es óptimo, recomendable o no recomendable en cada zona. En las entradas, se puede acceder al código QR y ver el mapa a tiempo real o también a través de una aplicación propia que funcionará en breve.
Además, habrá drones tanto controlando el aforo como para vigilar que se cumple con la distancia de seguridad. En caso de no hacerlo, emitirá un mensaje sonoro avisando a los bañistas.
Desde Cullera explican que estas primeras semanas se ha comprobado que los usuarios cumplen con las normas y no ha habido ningún problema ya que se han respetado la distancia entre sombrillas.
En Gandia, otra de las playas valencianas más amplias, el aforo en la zona Norte es de más de 51.000 personas, como apuntó el concejal de Turismo, Vicent Mascarell. Al igual que en Cullera, la Policía Local dispone de un dron para vigilar todo el litoral y controlar las concentraciones de personal. Este dispositivo se acerca cuando detecta aglomeraciones e invita a la dispersión «por la seguridad de todos».
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Mascarell añadió que la playa de Gandia cuenta con medio centenar de informadores, entre los que ha habilitado el Ayuntamiento de Gandia y los de apoyo de la Generalitat. «En Gandia no se limita la entrada a la playa porque hay espacio suficiente, somos una de las playas mejor preparadas para afrontar los requerimientos de esta situación», explicó el edil. Varias decenas de socorristas de Cruz Roja vigilan desde sus puestos el baño de los usuarios y posibles aglomeraciones.
La playa de Gandia cuenta con servicio de estacas y cintas para poder parcelas tramos de la arena y que los turistas que lo deseen puedan cerrarse su espacio, sobre todo para garantizar la seguridad de los más pequeños.
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Pero esta media es opcional, dada la amplitud del litoral de Gandia. «Si se parcela la playa hay espacio para más de 25.000 parejas de turistas, frente a otras playas de la Comunitat que han reducido a la mitad el aforo o donde hay que coger cita previa», destacó Mascarell.
Todas estas medidas se han complementado con la peatonalización del paseo marítimo de Gandia, donde se han cerrado los dos carriles al tráfico y este espacio se ha sumado a las zonas de paseo. Con ello se ha conseguido aumentar el espacio para terrazas y bares, además del espacio para el paseo y garantizar el distanciamiento.
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En la Marina, tampoco es necesario hacer ningún tipo de reserva previa para acceder a las playas de Dénia. Los vigilantes de Cruz Roja se ocuparán de avisar si la aglomeración en algún punto contraviene las normas de seguridad y distanciamiento. Además se utiliza el whatsap para alertar a los turistas de los aforos y estado de playas.
En total, hay un aforo que ronda las 5.000 personas diarias entre arenales y calas. Así, el máximo permitido oscila desde las 3.440 personas que caben en la Punta del Raset a las 399 en las 11 calas de Las Rotas, punto de obligada visita en Dénia.
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La cifra máxima de personas que podrán disfrutar del litoral de Xàbia es de 2.575. En el Arenal se ha establecido un límite los 2.000 usuarios, mientras que en La Grava son un total de 225 personas las que pueden estar a la vez en este idílico rincón. En la Granadella el aforo, controlado por barreras, es solo 200 personas y en la Barraca o Portitxol el máximo permitido es únicamente de 150 usuarios. Aunque desde el ejecutivo remarcaron que el número de bañistas no es algo fijo, sino que puede variar una vez se visualice cómo queda la ocupación en la playa o si cambian las directrices que marcan las autoridades sanitarias.
Cifras que van variando como en Benidorm que ha ampliado el aforo una vez finalizado el estado de alarma y atendiendo a las últimas recomendaciones sanitarias de higiene y seguridad. Así, en un primer momento se estableció como máximo unos 25.000 usuarios, cuando la cifra habitual es de 40.000, pero con esta modificación las playas de Levante y Poniente podrán contar hasta unas 33.000 personas, en concreto, 27.852 usuarios en la zona libre y 5.624 en los espacios de hamacas.
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Para garantizar la seguridad está en marcha 'Benidorm Beach Safety' un programa que divide los arenales en sectores con parcelas para cada grupo de turistas, con prioridad para los mayores de 60 años. Además, existe una plataforma de reserva de espacio que aún no se ha puesto en funcionamiento ya que el pasado fin de semana solo acudieron a la costa.
La playa de La Patacona de Alboraya cuenta con aforo 1.687 cuando, menos de la mitad que en años anteriores, mientras que Port Saplaya, puede recibir 1.317 bañistas. Los valores dependen de que «se puedan respetar los dos metros de distancia, que el riesgo sanitario sea medio y de la capacidad de desalojo», según la edil de Playas, Raquel Casares.
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No solo las playas tienen que adaptarse a las nueva normalidad, también los parajes naturales cuentan con aforos, citas previas y turnos. En el paraje de la Murta en Alzira es recomendable reservar cita con 72 horas de antelación ya que existen franjas de horario con una cantidad máxima de visitantes limitada a 980 al día. En la primera hora y la última, el máximo de personas es de 130 y el resto de 180. Antes de la pandemia este paraje no tenía aforos.
También es necesaria reservar cita previa para visitar la Cova Tallada en la costa de Dénia a través de la página web del Parque Natural del Montgó. El máximo es de 71 personas.
En Gandia, los aforos están controlados tanto en los Centros de Interpretación de Parpalló-Borrel como el Marjal y la Cova del Bolomo
En el paraje Pou Clar de Ontinyent se establece a partir de hoy un aforo de 980 visitantes diarios y 245 simultáneos.
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