ó. de la dueña
Bellreguard
Miércoles, 2 de diciembre 2020, 00:39
El hombre arrestado este lunes por la Guardia Civil de Oliva por un delito de presuntos malos tratos a los animales confesó ayer que tenía otro perro encerrado en su vivienda de Bellreguard. El detenido explicó a los agentes de la Benemérita que aún quedaba un can en el piso de donde fue rescatado otro animal el domingo.
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El can que fue socorrido durante el fin de semana por la Policía Local y un vecino estaba colgado de una cuerda del techo del balcón y atado al bozal, además, tenía un collar eléctrico antiladridos, que le propinaba descargas con el fin de silenciarlo. Lo hallaron entre heces y orines.
Al conocer que había otro animal en la casa, los efectivos de la Guardia Civil de Oliva acudieron a Bellreguard, con el fin de rescatar a la mascota. Los agentes avisaron a los integrantes de la Associació Benestar Animal de Bellreguard, para que estuvieran presentes y se hicieran cargo del animal.
Los efectivos accedieron a la vivienda y hallaron a este animal, que permanecía en una de las dependencias del piso. El perro presentaba estado de desnutrición y abandono, como explicó Francesc Escrivá, integrante de Benestar Animal. «Está famélico. Este tipo de perro debería pesar siete u ocho kilos más y presenta un estado de inanición importante», relató Escrivá.
El representante del colectivo de defensa de los animales añadió que había muchos vecinos en la calle esperando que los agentes sacaran al animal. En la misma vía pública los residentes dieron de comer al perro y observaron que tenía algunas cicatrices y «presentaba algunos signos de haber sido agredido hace escasas fechas», añadió.
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El animal fue trasladado a un servicio veterinario de urgencia, donde se constató el descuido que había sufrido el animal durante meses. Ahora este perro y el que fue rescatado este domingo están bajo la custodia de la Associació Benestar Animal de Bellreguard, en un «lugar seguro y apartado».
La Guardia Civil arrestó al dueño de las mascotas este lunes tras buscarlo durante toda la jornada. Los primeros hechos se produjeron el domingo, cuando los vecinos vieron que un perro que llevaba días en el balcón había quedado colgado al vacío y había sufrido daños en las patas al intentar trepar ante la sensación de caer a la vía pública.
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