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Una de las barreras fluviales en desuso. LP
La CHJ apuesta por liberar los ríos de obstáculos

La CHJ apuesta por liberar los ríos de obstáculos

La Confederación realiza un inventario de azudes que deben ser eliminados para evitar daños ambientales y favorecer la llegada de sedimentos a las playas

A. Talavera

Alzira

Jueves, 18 de mayo 2023, 13:42

No se pueden poner puertas al campo pero sí muros a los ríos. En el pasado era habitual construir azudes durante el transcurso del recorrido fluvial para crear una pequeña presa y reconducir el agua hacia canales. Unas infraestructuras muy presentes en los ríos de la demarcación del Júcar pero que con el paso del tiempo han quedado en desuso una gran parte de ellas y ahora se han convertido en restos de hormigón que alteran el curso natural de los ríos generando problemas ambientales.

Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar, CHJ, se ha creado un inventario de estas barreras fluviales y se están identificando una a una para comprobar cuáles tienen un uso y conocer su titularidad para reclamar que sean mantenidas de forma correcta.

En el caso de que no haya una persona responsable, se contacta con el ayuntamiento pertinente para informar de su posible demolición ya que al carecer de mantenimiento por no estar en uso, estos azudes pueden resultar inseguros y constituir un peligro para las personas. Además, generan problemas en el lecho y las márgenes de los cauces, e impiden el tránsito de las especies acuáticas, especialmente piscícolas, así como dificultan el transporte de sedimentos a través del propio cauce, mermando en algunos casos las aportaciones a las playas.

Uno de los azudes que ya está previsto retirar en la provincia de Valencia es el del Molino de Genovés, en el río Albaida. Se trata de una infraestructura, parcialmente derruida, que está generando problemas en los márgenes del cauce y provocando erosiones en una de las parcelas contiguas, según han determinado los técnicos de la Confederación.

La infraestructura está abandonada por lo que puede suponer un riesgo para las personas por su nulo mantenimiento y también para las comunidades biológicas que lo habitan. Por estos motivos, la Confederación Hidrográfica del Júcar ha tomado la decisión de su próxima eliminación.

El procedimiento que ha iniciado la CHJ es complejo ya que en muchas ocasiones estos obstáculos, en forma de azud, no cuentan con un titular conocido y es complicado saber a quién pertenecen por estar abandonados desde hace décadas.

En el caso de que se constate la inexistencia de un titular de la infraestructura, se contacta con el Ayuntamiento correspondiente anunciando la voluntad de demoler la obra, con objeto de recabar el parecer de la administración local y la información que pueda estar en su poder. Según la administración estatal «únicamente en este caso iniciaremos los trámites para retirar la infraestructura».

Se realiza un estudio para determinar la fórmula más adecuada, bien puede ser una demolición, completa o parcial, o se buscan otras alternativas que permitan garantizar la continuidad del río.

Elementos patrimoniales

Sin embargo, algunas de estas construcción pueden tener un valor patrimonial aunque ya no por su uso inicial como canlizadoras del agua. La competencia patrimonial en el dominio público hidráulico del Estado es del propio Estado que debe determinar el valor de estos azudes. No obstante, la CHJ contacta con la Administración Autonómica, a la que se solicita informe sobre la infraestructura en cuestión.

En este sentido, Villalonga ha sido una de las localidades que se ha opuesto a que la CHJ retire los azudes que hay en el río Serpis al asegurar que forman parte del patrimonio histórico e hidráulico de esta localidad de montaña y toda la Safor, ya que datan de las últimas décadas del siglo XIX y se construyeron a la par que las fábricas de la luz para generar energía gracias al salto del agua. Estas infraestructuras estuvieron en activo durante muchas décadas y estos momentos su titularidad es de una empresas del País Vasco, Barbos Renovables. Por ello, el Ayuntamiento está en conversaciones con la mercantil para que le ceda estos azudes a un precio simbólico y el Consistorio se encargue de su cuidado.

Tanto este caso como en otros donde puede haber un valor patrimonial de las barreras fluviales, se tienen encuenta los informes emitidos por los órganos competentes en patrimonio cultural. Sobre la situación de Villalonga la CHJ señaló hace unos meses que el estado ecológico de la masa de agua en que se encuentran estos azudes se había valorado de forma negativa, debiéndose al incumplimiento, entre otras causas, a la falta de continuidad del río por la presencia de azudes.

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