El 40% de los consorcios de residuos no tiene vertedero como obliga el Plan Integral

El Plan Integral de Residuos (PIRCV) que se aprobó en 2013 y que en 2019 se revisó se basa en una serie de principios, uno de los esenciales es la proximidad. Esto quiere decir que el tratamiento de los residuos se debe realizar en las instalaciones adecuadas más próximas al lugar de su producción, evitando movimientos innecesarios, de acuerdo con la normativa básica nacional en la materia.

Con base en este principio se crearon los planes zonales y los consorcios que son los encargados de gestionar los residuos en cada una de las áreas de la Comunitat. En total hay 13 consorcios de residuos que deberían disponer de sus propias instalaciones para realizar todo el ciclo de la basura. Sin embargo, cinco de ellos todavía tienen pendiente, al menos, la construcción del vertedero.

Esto supone que el 38% de los consorcios todavía no cumple con esta obligación para reducir costes de transporte y evitar la contaminación que supone el movimiento de residuos a otros lugares. El consorcio C2 Reciplasa (Castellón), Ribera-Valldigna y COR V5 (Valencia) y Vega Baja y CREA (Alicante) son los que están realizando trámites y estudios para conseguir cumplir con este aspecto.

Desde la Conselleria de Agricultura, encargada de esta materia, señalan que pese a que todavía algunas áreas no cuentan con estas instalaciones, «cumplen con la normativa de los diferentes planes zonales, donde se indica que deben trabajar para la disponibilidad de vertedero o conveniar con otros consorcios». Además, destacan que la Comunitat tienen suficiente «capacidad global» en sus plantes.

En todo caso, los cinco consorcios tienen en común que la elección de una ubicación para instalar la planta de eliminación genera desde hace años polémicas.

El Consorci Ribera i Valldigna lleva décadas en proceso de decidir si el vertedero se instala en Guadassuar. El municipio está de acuerdo en albergarlo si cumple con los requisitos medioambientales pero la oposición de localidades vecinas, como l’Alcúdia, ha provocado que este procedimiento ya se haya paralizado en alguna ocasión. En estos momentos se preparan para realizar catas sobre el terreno.

En COR (Costera, Safor, Vall d’Albaida, Canal de Navarrés y Valle de Ayora) tienen pendiente la construcción tanto de la planta de eliminación como de tratamiento. En este caso, una comisión técnica analiza diferentes puntos para escoger los más apropiados pero han decidido dar prioridad a la reducción del rechazo para finalmente instalar una o varias plantas más pequeñas. La polémica aquí estuvo durante años en torno al macrovertedero de Llanera de Ranes que finalmente fue desestimado por el cambio de rumbo en la gestión.

El plan Zonal 8 de Alicante contaba con el vertedero de Villena pero el pasado verano se acordó su sellado. Ahora elaboran un estudio de alternativas para determinar los lugares idóneos y esperan decidir la ubicación en los próximos meses. Desde CREA explican que el uso del vertedero ha de ser la última de las opciones posibles dentro de la jerarquía en la gestión de residuos, pero “entendemos que es una infraestructura básica del consorcio que hemos de tener en el menor tiempo posible. Por ello se trata de una de nuestras mayores prioridades”.

Situación similar la de Onda donde se ha clausurado en la antigua planta de residuos y el Ayuntamiento y Reciplasa negocian para adquirir nuevos terrenos junto a ésta.

En el caso de la Vega Baja, el caso Brugal ha supuesto que la construcción de esta instalación esté pendiente de la celebración de este juicio. Cabe recordar que dentro de esta causa se investiga la adjudicación del Plan Zonal de la Vega Baja a favor de la empresa de Enrique Ortiz.