Espigones y aportaciones de arena para frenar la desaparición de la costa valenciana

Playas sin arena engullidas por el mar, llenas de algas y destrozos en pasarelas. Ese es el escenario que deja el temporal marítimo que ha pasado por la costa valenciana este fin de semana. Ante esto las poblaciones afectadas y los vecinos reaccionan: anuncian movilizaciones y reclaman espigones y aportaciones de áridos de forma urgente para evitar nuevos daños en viviendas.

Este es el caso de La Goleta en Tavernes y la playa de Les Deveses en Dénia. El temporal del fin de semana ha engullido la poca arena que quedaba en este tramo de la costa vallera, donde se hizo una discreta aportación para paliar los fuertes daños de 'Gloria', en enero. Ahora, más de una decena de chalés han quedado a merced del mar, ya que no hay arena que separe las viviendas del agua. La situación es «grave», como dijo ayer el alcalde de Tavernes, Sergi González, quien reunió de urgencia a todos los grupos políticos, ediles y portavoces.

Del encuentro salieron varios puntos acordados por consenso: «Vamos a pedir una aportación de urgencia para evitar más daños en las próximas semanas y una solución definitiva para acabar con esta situación, que se arrastra desde hace más de 15 años«.

De hecho, el primer edil dijo que se acordó también encargar un informe externo «para conocer las causas de la regresión en La Goleta». «Si la causa es la construcción de espigones en la desembocadura del Júcar en Cullera, queremos saberlo para poder pedir responsabilidades«. Además, está previsto reclamar reuniones en Madrid, con responsables del Ministerio para la Transición Ecológica para abordar la situación de Tavernes.

En el encuentro se decidió organizar «movilizaciones« en los próximos meses para concienciar a la ciudadanía y al resto de administraciones de la «alarmante» situación de La Goleta. El alcalde precisó que estas acciones se decidirán más adelante, teniendo siempre en cuenta las restricciones impuestas por la situación de pandemia.

Cabe recordar que desde que se construyeron los espigones de encauzamiento del Júcar en Cullera las playas del sur de la provincia de Valencia están sufriendo una gran regresión. Sigue pendiente un proyecto para frenar esta erosión en la zona de Cullera y Tavernes con la instalación de unos espigones transversales ante la costa cullerense.

En Les Deveses de Dénia, otra vez golpeada por un nuevo temporal, los vecinos mantienen su intención de hacer nuevas concentraciones si Costas no da permisos para rehabilitar las casas que resultado dañadas en 'Gloria' y si no se ejecuta el plan de regeneración de la zona. Entienden que son necesarios dos espigones para reducir el fuerte impacto de los temporales. Hace unas semanas realizaron la primera concentración para exigir más atención de Costas. No descartan más movilizaciones en las próximas semanas.

De forma paralela, Dénia y Oliva han visto como el temporal arroja en sus playas toneladas de algas. La capital de la Marina ha sido la más afectada. «Hay posidonia y suciedad que ha sacado el mar en todas las playas», precisó el edil de Playas de Dénia, Pepe Doménech.

Los trabajos para retirar estos restos ya ha comenzado. El mismo domingo los camiones de los servicios municipales iniciaron la recogida e intensificaron los trabajos en la jornada de ayer, con más de 900 toneladas eliminadas de la costa.

En playas como Marineta Cassiana han salido entre el domingo y el lunes 50 camiones cargados de algas. En otros tramos como Marge Roig, se han retirado 29 vehículos, mientras que en el Raset han salido 15 camiones con restos de suciedad.

Pero Doménech señaló que hay más playas afectadas, como Molins o Albaranes, donde se actuará en los próximos días. El edil remarcó que las lluvias del sábado fueron intensas en Dénia, con tromba de hasta 108 litros recogidos en el centro.

En Jesús Pobre, el pluviómetro contó hasta 130. La principal repercusión de este temporal «ha estado en el mar, que sigue sacando algas y posidonia». «En los próximos días esperamos más restos de este mismo temporal y de otro que llegará a mediados de semana», relató el titular de Playas.

En Xàbia se registraron 60 litros el sábado, pero no hubo daños en las playas, como indicó la edil de Servicios, Kika Mata. En Oliva la situación también es complicada. Han aparecido restos de posidonia en varias playas. Las más afectadas son Pau Pi y Aigua Blanca, como indicó el edil de Turismo, Kino Calafat, quien añadió que ya se está trabajando para retirar esta suciedad.

En los próximos tres días confía en que se hayan limpiado estos dos tramos de litoral, con el fin de que los vecinos y turistas puedan utilizar las playas con normalidad.

Además de engullir algo de arena en Oliva, ha desplazado pasarelas y aseos públicos, que ahora los técnicos municipales tienen que devolver a su emplazamiento original y reparar los desperfectos que presenten, comentó el titular de Turismo. En Gandia, fuentes municipales indicaron que ha habido daños en pasarelas, pero nada que ver con temporales pasados.

Tanto en las playas de Daimús, como de Bellreguard o Piles se ha producido una merma de arena que deja las playas en una situación más delicada, tras los daños de los temporales de este invierno.

El alcalde de Bellreguard, Àlex Ruiz, recordó que es necesario un trasvase de arena para todas las playas, con el fin de salvaguardar paseos marítimos, viviendas y negocios de primera línea de este tramo de costa de la Safor.

En Sueca una vez más el mobiliario de las playas, lavapiés, papeleras y pasarelas, se vio afectado por el temporal marítimo. La peor parte se la llevaron las playas adaptadas de Les Palmeres y La Llastra que a solo unos días del fin de la temporada, finalizaba este servicio ayer 31 de agosto en la mayoría de zonas de Sueca, han tenido que avanzar este fin por los daños sufridos en estas infraestructuras.

El Ayuntamiento ha decidido utilizar la instalación de la playa adaptada del Mareny de Barraquetes, que se salvó del golpe del mar, y trasladarla a Les Palmeres donde el servicio estará en marcha hasta el 13 de septiembre, fecha en la que se cierra la temporada estival.

Otro de los problemas que causaron las olas fue que el agua llegó a algunos puntos del pase. Una vez más en el Perelló las olas chocaron con el paredón y gran parte del arenal desapareció.

Una situación que se repite demasiado a menudo causando daños y molestias en la zona. «Pese a que fue un temporal flojo, el mar se volvió a comer la arena. Necesitamos una solución a este problema y ahora en septiembre pediremos una reunión urgente con Costas», comentó el alcalde del Perelló, Juan Botella.

Más al norte, en el Puig, el temporal llenó de piedras la playa en esta zona. Este verano este hecho se está convirtiendo en un problema para los bañistas ya que las piedras causan molestias y «casi no se puede pasear», comenta uno de los afectados.

Las máquinas de limpieza han pasado pero solo ha servido para cubrir las piedras de arena ya que no se pueden retirar de esta forma. Las piedras llegan por el mal estado en el que se encuentran los espigones.