El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Chiva suturó ayer en público durante el pleno la profunda crisis interna que vive. Un cierre en falso a la expectativa de lo que pueda pasar en un futuro con el portavoz de Izquierda Unida, Manu Clemente, como la pieza clave de las diferencias que se viven en el Consistorio.
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Durante los últimos días las conversaciones entre Clemente y el alcalde, Emilio Morales (Compromís), se han sucedido. El portavoz de IU ha tensado la cuerda y sobre la mesa hay varios asuntos que apuntan a una difícil convivencia entre los tres partidos que forman el equipo de gobierno –Compromís, Vinchi e IU–. De hecho, durante la legislatura pasada Clemente ya rompió el pacto pero mantuvo sus concejalías. Una maniobra que parece que se ha planteado en este momento con la diferencia de que en esta ocasión no mantendría las delegaciones.
El primer punto de fricción está en el caso de las productividades, donde varios de los miembros del equipo de gobierno están en el punto de mira por la denuncia presentada por el exalcalde del PP José Manuel Haro –al que la Fiscalía pide por otra causa cinco años de prisión por fraude en una empresa municipal–. Haro denunció a varios concejales por el pago de productividades a trabajadores del Ayuntamiento con informes en contra de intervención.
Clemente declaró ante el juez y su caso fue sobreseído. Varios de sus compañeros de gobierno entienden que hubo cierta traición por parte del líder de IU en Chiva al considerar que se posicionó cerca de las tesis de Haro con el fin de salir indemne del proceso. Esta situación ha engrangrenado el pacto municipal, que tiene un recorrido incierto.
Además, las relaciones entre Clemente y los representantes de Vinchi –partido independiente liderado por Fernando Casanova– no son las mejores, y el alcalde, Emilio Morales, es conocedor de las disputas internas que existen en su gobierno. Hay quien apunta que Clemente va por libre y sólo busca protagonismo.
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Otro de los pulsos que hay sobre la mesa es el proyecto del parque solar en la sierra de Chiva. Desde los colectivos que están en contra de la instalación piden más firmeza al Ayuntamiento en su rechazo al proyecto y reclaman que en pleno haya un posicionamiento claro para suspender las licencias, lo que impediría por ahora que el parque siguiera adelante. De momento, el Consistorio baraja paralizar los permisos a través de una resolución de alcaldía. Uno de los concejales a los que señalan los colectivos contrarios al parque es Manu Clemente, al que acusan de ser tibio en su oposición a un proyecto que ocupará casi 400 hectáreas de la sierra de Chiva.
Tras el terremoto que generó la noticia publicada por la mañana por LAS PROVINCIAS, el portavoz de IU tomó la palabra y reivindicó su gestión: «Hay tensiones internas pero nunca ha existido una ruptura del gobierno. Nuestra intención es trabajar por Chiva. No vamos a salir del pacto. Además, respecto al proyecto de las placas solares estamos trabajando con firmeza a favor del pueblo como lo demuestra el Plan General».
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