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María Carmen Rodríguez, en su casa de Requena. Lp
Una mujer de Requena denuncia mala praxis al quedar incapacitada tras una operación de matriz

Una mujer de Requena denuncia mala praxis al quedar incapacitada tras una operación de matriz

Mª Carmen Rodríguez, de 50 años, sufrió varios ictus que le impiden caminar y hablar bien, así como daños en varios órganos

B. González

Requena

Miércoles, 14 de diciembre 2022, 15:58

"De la noche a la mañana me han destrozado la vida". Así resume Mª Carmen Rodríguez el periplo por el que está pasando. El 11 de octubre de 2018 entró en el quirófano del Hospital Universitario de Requena para una resección de matriz y trompas. A día de hoy, se encuentra con una incapacidad absoluta a sus 50 años de edad tras sufrir dos ictus, estar a punto de perder el riñón y haberle perforado algunos órganos. No puede andar bien, le cuesta trabajo hablar, sufre mareos y otros síntomas, además de una gran depresión.

Ante lo que consideraba una negligencia médica, interpuso denuncia contra el ginecólogo que la operó y como responsables civiles al Hospital de Requena y a la Conselleria de Sanidad. Debido a la pandemia, el caso está aún en fase de instrucción en el juzgado de la localidad.

Es su madre quien tiene que terminar de narrar los hechos, porque a ella le cuesta hablar y seguir mucho rato una conversación. Cuando se encontraba en observación, tras la operación, ella notaba que algo no iba bien. "Notaba como si tuviera una bolsa de líquido dentro. Así se lo transmití a las personas que estaban en la unidad, pero nadie me hacía caso". La que sí le hizo caso fue una ginecóloga que vio la gravedad y dio la voz de alarma", explica Mª Carmen. La ecografía que le hicieron reveló que tenía el vientre lleno de sangre. Tuvieron que meterla de nuevo en el quirófano. Tenía perforados una arteria y un poco de intestino.

Tras esa segunda operación fue cuando transmitieron a los familiares lo que había pasado, pero sin explicarles la gravedad de su estado, según explica su madre. "Mi hija se moría y en lugar de llevarla a la UCI la llevan a la habitación", lamenta, porque fue a partir de ese momento cuando todo evolucionó a peor.

Al día siguiente, observaron que hablaba de manera incongruente y la enfermera comprobó que no movía el brazo y la pierna derechas. Le hicieron un tac. La mandan al Hospital General de Valencia. Allí, indica la madre, "nos informan que había tenido dos infartos al haber perdido sangre. El neurólogo nos confirmó que todo había sido como consecuencia de la operación", asegura.

Casi pierde un riñón

"Estuve a punto de perder un riñón porque se me habían producido coágulos como consecuencia de que tenía desplazada la uretra. No podían operarme porque estaba muy débil. Me hicieron además un tac donde vieron que tenía una fístula entre la vejiga y la vagina. Tenía que llevar pañales porque no podía retener la orina", describe Mª Carmen.

La operaron tras meses de rehabilitación. Once horas de operación por su complicación, en la que además tuvo que participar hasta un cardiólogo. "Aún tiene muchos dolores y desde que le dieron el alta no ha tenido ninguna revisión por parte de ningún especialista", denuncia la madre.

"Estoy viviendo un infierno y solo pienso en morirme"

Mª Carmen era jefa de cajas en un supermercado de su pueblo. Ahora se ve casi postrada en un sillón y teniendo que sacar adelante a su hijo, que estudia en la Universidad. "Gracias a que mi madre que me cuida y me ayuda en lo que puede económicamente, porque han sido y están siendo muchos los gastos", señala y asegura estar "viviendo en un infierno y solo pienso en morirme".

Fue a declarar ante el juez el 3 de noviembre y espera que en enero y teme que su caso no sea considerado como una mala praxis o negligencia médica. "El forense que ha declarado no lo ve así", lamenta y tiene confianza en la declaración de la ginecóloga que advirtió lo mal que estaba tras la primera de las operaciones, que tendrá que testificar en enero próximo.

"Si me hubieran escuchado cuando advertí que no me encontraba bien, ahora no estaría así", deplora y confía en la justicia para depurar responsabilidades e impedir que otra persona pueda pasar por su situación.

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