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A. Talavera
Alzira
Jueves, 17 de octubre 2024, 12:10
Las precipitaciones que estos últimos días se han registrado en la provincia de Valencia, en líneas generales, han sido beneficiosas para la agricultura y la ganadería valenciana porque contribuyeron a recargar los maltrechos embalses y acuíferos tras meses de sequía, a revitalizar los pastos, a mejorar el calibre de las producciones de temporada y a ahorrar costes de producción.
Sin embargo, según una primera evaluación de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), las lluvias vinieron acompañadas de un fuerte pedrisco que causó daños de diversa gravedad en unas 1.500 hectáreas de cultivo, sobre todo de caquis y cítricos, justo en pleno inicio de la campaña de recolección.
Los términos municipales más perjudicados por el temporal de pedrisco fueron Picassent y Benifaió. La piedra cayó de forma discontinua a lo largo de una franja de ocho kilómetros, principalmente en las partidas situadas entre la carretera Benifaió-Alfarp y la carretera Picassent-Montserrat. También se registraron daños aislados en términos cercanos como Picanya y Torrent, mientras que el granizo caído en puntos de Castellón como La Vilavella apenas causó siniestros relevantes en el campo. Las lluvias torrenciales causaron, también de manera localizada, arrastres de tierras y huertos anegados en zonas hondas o próximas a barrancos.
Los caquis acapararon los daños más graves por el pedrisco, al tratarse de una fruta con la piel muy sensible y al encontrarse en un estado fenológico avanzado, hasta tal punto que muchos de los frutos siniestrados ya estaban suficientemente maduros e iban a recogerse en breves días. AVA-ASAJA estima que las pérdidas oscilan entre el 30 y el 100% de los caquis, ya que hay campos con toda la producción llena de golpes que la hacen inservible para la comercialización.
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A. Talavera
Los agricultores afectados lamentan que «es una desgracia que después de todo el año trabajando, cuidando los árboles y tratando contras las plagas, llegue una tormenta de pedrisco y te deje sin cosecha que vender, en una campaña, además, que por la merma global de producción los precios pueden ser interesantes».
Un nuevo golpe para los productores de esta fruta que se concentra mayoritariamente en la comarca de la Ribera. Hace tan sólo unos días se realizaba el tradicional acto de inicio de la campaña de la Denominación de Origen Kaki Ribera del Xúquer y ya se advertía de que este año no se iba a conseguir un aumento de la producción debido a las plagas.
Se calcula que se recolectarán unos 110 millones de kilos, una cifra que puede ser algo inferior tras esta granizada. El 'cotonet' está provocando que los agricultores no consigan más kilos y mayor calibre de la fruta y esto afecta al crecimiento de este sector que no se puede abrir a nuevos mercados fuera de nuestras fronteras al no contar con suficiente producto para abastecerlo.
La sequía y las altas temperaturas inciden aún más en la aparición de plagas y este último año ha sido especialmente duro. A esto hay que sumar ahora un pedrisco inesperado que se ha concentrado en algunas zonas productoras.
En el caso de los cítricos, a pesar de que muchas hojas sufrieron destrozos, habrá que esperar varios días para ver detalladamente las cicatrices que la piedra pueda haber provocado en los frutos.
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