«En pocos minutos se inundó todo»

«Es la tromba de agua más grande que recuerdo». Así de rotundo se muestra Óscar Selfa, un vecino de Cullera que, junto a su pareja, se pasaron la madrugada el miércoles al jueves achicando agua de su casa de Carrer dels Horts.

«Nos acabamos de mudar a esta casa y al ser la primera tormenta nos ha pillado desprevenidos», explica Óscar, que asegura que llegaron a pasar miedo. «En pocos minutos se inundó la calle y al no dar abasto, por las alcantarillas del patio también comenzó a salir agua. Nos entraba por la puerta y por el patio, fue un momento de desconcierto y enseguida nos pusimos a subir los sofás a algún mueble que fuera un poco alto para evitar que se mojaran y a comenzar a achicar agua».

Desde la una y media hasta las cuatro de la madrugada estuvieron sacando agua de la casa, para lo que incluso precisaron la ayuda de familiares. El resultado, puertas y muebles destrozados por el agua. «Los cajones del mueble del comedor no podemos abrirlos», manifiesta. La preocupación seguía ayer tarde porque no paraba de llover y volvía a salir agua por el desagüe del patio.

En la pedanía de Sueca, Mareny de Vilches, el agricultor ecológico Ximo Herrero, hace una estimación de pérdidas. En torno a los 7.000 euros de toda la verdura que ha quedado anegada por el agua. Junto a su huerto tiene un punto de venta directo, que también encontró con 50 centímetros de agua. «Aún no he querido quitarla porque sigue lloviendo y perdería el tiempo al volverse a inundar», explica Herrero, quien también habla de que en muchas de las viviendas de esta pequeña población también ha entrado agua, «pero entre los vecinos nos hemos ayudado unos y otros y lo hemos solucionado pronto».

Continuando por el litoral, en la entidad local menor de Mareny de Barraquetes, la falta de suministro eléctrico no ha permitido trabajar en los establecimientos, especialmente de hostelería. Entre ellos el Casino. «Afortunadamente en el restaurante no ha entrado agua, pero si han salido goteras y como no hemos tenido luz en toda la mañana ni nosotros, ni el resto de restaurantes hemos podido abrir», asegura la gerente, Arantxa Peruga.

«Se nos ha caído parte del techo del Ayuntamiento y todo el sistema informático se ha venido abajo, tardaremos dos o tres días en poder restaurar el servicio», explica por su parte el alcalde de El Perelló, Juan Botella, quien apunta que el temporal se ha comido la playa, pero que el paseo no se ha visto afectado.

Donde ya se están empezando a acostumbrar a que el barro entre en sus casas cada vez que hay un temporal es en Alzira. El agua ha vuelto a entrar en las plantas bajas de algunas viviendas de la avenida Josefina Piera.

«Desde anoche estamos pendientes de la calle, viendo como sube el agua», explica Fina, una vecina de esta calle. Por suerte, esta vez el barrizal del barranco cercano se ha quedado solo en la parte exterior de la casa. «No ha entrado, pero llovía tan fuerte que el patio trasero parecía una piscina», asegura.

Rayos en Dénia

En la capital de la Marina Alta, en Dénia, también azotó el temporal en la madrugada del miércoles al jueves, pero además estuvo acompañado de una importante tormenta con aparato eléctrico. Uno de los numerosos rayos registrados en la zona impactó en la antena colectiva de una urbanización de Les Marines y causó diversos daños.

Pepa es una de las personas que allí reside. Poco antes de la una, mientras estaba viendo una película, oyó un estruendo. «Fue un chispazo muy fuerte y la tele se apagó».

El rayo no sólo destrozó la antena comunitaria, sino que «ha chamuscado los televisores de dos vecinos y los ‘routers’ y los telefonillos de toda la finca, pero por suerte la toma de tierra ha funcionado y no ha habido daños mayores», comentó aliviada esta vecina de Dénia.