La Serranía impulsa la creación de una planta de biomasa y agrocompostaje en una antigua fábrica de Villar del Arzobispo

Aprovechar una infraestructura industrial abandonada para la puesta en marcha de una planta de biomasa y agrocompostaje. Es el objetivo de la iniciativa impulsada por el concejal de Medio Ambiente de Villar del Arzobispo, Luis Suller, que ha contado con el visto bueno de la Mancomunitat de la Serranía.

El pleno aprobó en su última sesión la idoneidad del proyecto e iniciar los contactos con las direcciones generales de la Generalitat Competentes, así como con las mancomunidades del Alto Turia y a la Mancomunidad del Camp de Tùria para que se adhieran al proyecto comarcal.

Según explica el edil, esta planta cumpliría varios objetivos: la activación de espacios forestales, la reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera y la generación y el mantenimiento de puestos de trabajo.

En la moción presentada por Suller y aprobada por la Mancomunitat, se explica que esta planta contribuiría a evitar la quema de residuos de poda agrícola, a la limpieza de los montes (evitando incendios forestales), aprovechando todo estos residuos, junto con el aprovechamiento de la fragmentación orgánica para obtener "compost de bajo coste y alto valor nutritivo para cultivos de la zona".

Además, asegura que contribuiría a la creación de empleo en las comarcas y la estabilización de población y, por otra parte, se aprovecharía el suelo de antigua instalación industrial en desuso.

Concretamente, esta planta se ubicaría en la antigua fábrica de ladrillo y termoarcilla ubicada en la partida de las Ventas, junto a la CV-35, en el término de Villar del Arzobispo. Una instalación que cerró en 2011 debido a la crisis económica. Ocuparía una parcela de 279.000 metros cuadrados, que además cuenta con la concesión de agua del canal de Benagéber, así como un sistema de cogeneración eléctrica con una línea propia y punto de evacuación en la subestación de Losa del Obispo.

También cuenta con una toma de gas natural y una está ubicada junto a zona agrícola de viñedos y frutales, "más de 4.500 hectáreas que generan una gran cantidad de residuos agrícolas y pueden ser materia prima para generar compost o pellets".

"La ubicación de la planta con respecto a la de masas forestales es una gran oportunidad para poder gestionar los residuos forestales de las más de 70.000 hectáreas de masas forestales a 30 kilómetros a la redonda", subraya el concejal de Villar.

El concejal añade que "la cogeneración eléctrica sería un valor añadido al proyecto de la planta, pues al tener la autorización de Industria para la generación eléctrica es un complemento perfecto para autoabastecerse de energía además de vender los excedentes que se pudieran producir".

Para ello también propone que sea el Consorcio Valencia Interior quien promueva el proyecto, además de contar con las mancomunidades, cooperativas y empresas interesadas de las tres comarcas.

Aprobada la idoneidad, se va a pedir a la dirección general de Educación y Calidad Ambiental que inicie los trámites para el estudio técnico del proyecto, a fin de iniciar cuanto antes los contactos con los propietarios del terreno.

También se acordó solicitar a la Universidad Politécnica y su cátedra de Transición Energética Urbana para que estudie y analice el proyecto y la creación de un equipo de trabajo que garantice la continuidad de las gestiones y agilice la puesta en marcha del proyecto.

Por otra parte, el pleno de la Mancomunitat de la Serranía también aprobó una moción de la Coordinadora Valenciana para la Ubicación Racional de las Energías Renovables instando a la Generalitat a la derogación del artículo 9 del decreto de renovables, que considera que el suelo no urbanizable protegido de los municipios es compatible con la instalación de fotovoltaicas, así como el artículo 1 del Real Decreto, en los apartados que impidan a los ayuntamientos poder decidir sobre el tipo de proyectos de energías renovables que se puedan instalar en el suelo no urbanizable de sus términos.

También se solicita al Consell que se lleve a cabo una ordenación del territorio y evite la pérdida de tierras de regadío o zonas de alto valor paisajístico o medioambiental "en pro de una supuestas energías limpias que solo traerán más despoblación y abandono de cultivos a estas comarcas".

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