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El teniente alcalde y portavoz de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Chiva Manuel Clemente ha presentado a primera hora de la tarde su dimisión y abre una crisis en el equipo de gobierno de la localidad a menos de un año de las elecciones. Clemente, que estaba considerado como el alma máter de IU en la localidad y era uno de los cargos municipales con mayor fuerza a nivel provincial del partido, renuncia al acta de regidor e inicia una nueva etapa. Clemente atendió la llamada de este periódico y se limitó a señalar que dejaba el acta «por cuestiones personales».
La relación entre los socios del equipo de gobierno local no atravesaba su mejor momento en el Ayuntamiento y Clemente mantenía un enfrentamiento interno con varios ediles, especialmente como los representantes de Vinchi, una plataforma independiente de vecinos, que se había mostrado muy crítica con el proyecto de movilidad sostenible que lideraba Manuel Clemente. La reordenación de tráfico en el centro de la población generó numerosos críticas y provocó un referéndum ciudadano que, por amplísima mayoría, voto a favor de que la circulación volviera a su estado original. Clemente defendió a capa y espada ese proyecto, que incluso recibió un premio de la Generalitat, pero encontró el rechazo de parte de sus compañeros de gobierno y de una amplia mayoría de sus convecinos.
Además, el concejal de Izquierda Unida quedó fuera del proceso judicial que se sigue contra el alcalde, Emilio Morales, y otros concejales por el pago de productividades a funcionarios municipales. Morales, de la coalición de Compromís, se dedicó desde 2016 al pago de cantidades fijas, al margen del sueldo, a los trabajadores del Ayuntamiento. Estos extras se amparaban bajo el concepto de productividad, aunque en realidad no estaban sujetos «a unos criterios preestablecidos o a la consecución de unos objetivos reglados». Es decir, se trataba de sobresueldos sometidos a la arbitraria voluntad del equipo municipal, según se desprende de la instrucción. Todo lo anterior se materializó «a pesar de los reparos a la legalidad efectuados por parte de la Secretaria e Interventora del consistorio». Clemente, que fue llamado a declarar, quedó fuera de la investigación al estimar el magistrado que no tenía nada que ver en esta situación. Este fue otro de los motivos que causó una grieta abierta en el acuerdo de gobierno.
La salida de Clemente es un golpe en la línea de flotación del acuerdo electoral, ya que el edil de Izquierda Unida estaba en sintonía con el alcalde, Emilio Morales, de Compromís. En Chiva se abre un futuro electoral interesante. La gestión de Emilio Morales sufre un fuerte desgaste, al tiempo que el PP no termina de cerrar su renovación y el PSPV no encuentra un candidato de garantías. Las plataformas vecinales y de urbanizaciones como Vinchi y Aduc, que llevan varios años en el Ayuntamiento, tratan de aguantar su electorado, al tiempo que ha surgido una nueva plataforma llamada Activa Chiva, que reúne a vecinos de distintas sensibilidades con un proyecto de gestión frente a las siglas. Además, Podemos cae en picado e Izquierda Unida se queda coja con la salida de su referente, Manuel Clemente.
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