«El vehículo atropelló a nuestro padre sin piedad»

En la tarde del 26 de enero de 2022, hace justamente un año, Juan Alcocer volvía a casa, en Utiel, por la tarde, tras dar su paseo diario. No pudo llegar. Cruzaba el último paso de cebra, cuando un conductor ebrio y drogado terminó con su vida. Una dolorosa efeméride para sus tres hijos que, un año después, continúan pidiendo justicia.

«En este país sale muy barato matar a una persona», subraya Reme, una de sus hijas, que asegura vivir en un infierno sabiendo que además de quedarse sin padre y huérfanos (porque su madre ya había fallecido anteriormente), «el individuo que lo atropelló sigue viviendo la vida de bar en bar mientras mi padre está en el cementerio».

«Porque no vivo en Utiel, si no habría decido irme, no hubiera soportado ver cómo sigue su vida, mientras mi padre, que circulaba correctamente, está bajo tierra gracias a esa persona», asegura Reme, quien apunta que los testigos presenciales manifestaron que además el individuo no reconocía lo que había hecho, «mostrando, además, una actitud chulesca»

Las pruebas de alcoholemia realizadas por los agentes de la Policía Local al conductor tras el accidente mortal fueron muy claras: cuadruplicaba la tasa de alcohol en sangre permitida, 0,95 miligramos por litro, además de dar positivo en consumo de drogas, cocaína y cannabis para más señas.

«El vehículo atropelló a nuestro padre sin piedad, y a gran velocidad, desplazándolo varios metros», explica y recuerda que aunque su padre no fue dado por muerto hasta pasados tres días en los que estuvo en la UCI, los médicos aseguraron que el golpe fue mortal.

Aún yendo borracho, drogado y a más velocidad de la permitida, no se le detuvo. «La Policía Local le tomó declaración, pero no se le detuvo ni ha pasado una sola noche en el calabozo», lamenta Reme, quien señala que habría que analizar si hubo mala praxis por parte de los agentes. No obstante, asegura que ella y sus hermanos han contratado al mejor abogado especialista en estos casos para desagraviar la muerte de su padre.

Y aunque están inmersos en un proceso judicial contra el aún presunto homicida de su padre, considera que no lograrán hacer justicia porque la actual legislación no lo permite. «No es justo que matar a una persona salga tan barato. Lo máximo a lo que le pueden condenar es a cuatro años de cárcel por homicidio imprudente, porque no estamos esperanzados en que se considere doloso y si no tiene antecedentes, ni cumplirá la pena», subraya Reme Alcocer.

Es por ello, que iniciaron una campaña en la plataforma Change.org bajo la petición 'Justicia para Juan Alcocer' dirigida al Ministerio de Justicia, para que se modifique el Código Penal para estos casos.

De momento llevan cerca de 68.500 firmas, pero necesitan 75.000 para poder llegar al Congreso e interpelar a los políticos «decirles si ven normal que un conductor imprudente, borracho y drogado puede matar a una persona o causarle graves lesiones y salga impune», por lo que piden que se impongan penas de entre 3 y 8 años de prisión para los autores de estos delitos.

Saben que el caso de su padre no es el único, por eso han iniciado esta campaña. «Todos ellos tenían derecho a vivir. Ya no podamos hacer nada por recuperarlo, pero tampoco debemos quedarnos parados. No vamos a permitir que este tipo de injusticias sigan pasando. Por nuestro padre Juan y por todas las víctimas como él, pedimos justicia», pide la familia en esta plataforma.

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