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Aspirantes a las pruebas, poco antes del llamamiento. Iván Arlandis

210 preguntas en cuatro horas y media para ser médico: «Tengo ganas de ejercer»

Más de tres mil aspirantes valencianos participan en las pruebas para acceder a una plaza de formación sanitaria especializada, la gran mayoría en el MIR

Joaquín Batista

Valencia

Sábado, 20 de enero 2024, 16:52

Pasan las dos de la tarde del sábado y el campus de Tarongers, de la Universitat de València, está en plena ebullición. Los nervios de ... los protagonistas casi se pueden tocar. Se manifiestan en efusivos abrazos, caminatas solitarias, caras de concentración y repasos de última hora. También se notan las ganas de que las agujas del reloj lleguen a las 20.30 horas, cuando más de tres mil valencianos, la inmensa mayoría recién graduados, habrán pasado la prueba de fuego para la que llevan años preparándose. Los que más, los futuros médicos, seis años de exigente carrera universitaria.

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El aulario sur del campus ha acogido los exámenes que permiten ocupar una plaza de formación sanitaria especializada, requisito necesario para ejercer a nivel profesional. Al menos en las salidas más habituales. Como una oposición exprés que garantiza varios años de trabajo y aprendizaje, pero no una plaza definitiva en el sistema público. Aunque los médicos, los que realizan el MIR, son abrumadora mayoría, también se han convocado las pruebas para enfermeros y enfermeras y en menor medida para titulados en Farmacia, Psicología, Biología, Química y Física. 2.503 aspirantes a los que hay que sumar los 911 que han hecho lo propio en la sede de San Vicente del Raspeig, de la Universidad de Alicante. 3.414 en total.

La prueba está compuesta por doscientas preguntas, más otras diez de reserva, con cuatro opciones de respuesta de las que sólo una es correcta. Los aspirantes deben estructurar bien las cuatro horas y media del examen, que se ha iniciado a las 16 horas (60 minutos después del llamamiento), teniendo en cuenta que cada error resta un punto, cada acierto suma tres y las no contestadas no se valoran. Se requiere templanza y también estrategia para aplicar los conocimientos trabajados durante la preparación, que es larga e intensiva.

«Lo normal es empezar con año y medio de antelación, compaginándola con las prácticas de la universidad. Pero la fase de no salir de casa empieza a partir de junio», explica Javier de la Guardia, estudiante valenciano de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, poco antes del inicio. Le gustaría elegir plaza de Traumatología, y si puede ser, en el norte de España. Define el MIR con una palabra, «tensión», que confía en descargar tras el examen con una cena en familia y una noche de fiesta con los amigos.

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Claudia Royo, compañera de universidad y de piso, aspira a Pediatría. No se cierra la puerta a moverse, pero preferiría quedarse por la terreta tras tantos años estudiando en otra comunidad. «Cuando acabe estaré feliz», describe, en el sentido de dejar atrás años de esfuerzo en la carrera, en las prácticas y en la preparación con la academia. «Creo que se suele hacer igual, pero en mi caso han sido cuatro vueltas a los contenidos, al temario, y a medida que avanzaba dedicaba más horas, y con una rutina bastante estructurada », continúa.

«Estoy contenta por pasar de fase y seguir avanzando en mi vida. Creo que hablo por mucha gente si digo que estamos saturados de ser estudiantes, tenemos ganas de ejercer, de ser médicos», reflexiona, antes de reconocer que, pese al tiempo y la exigencia, ha disfrutado de la experiencia. «A mí me ha gustado, la preparación del MIR me ha servido para organizar un poco todo lo que he ido aprendiendo en la carrera», concluye.

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Todos aquellos que aprueben participarán en el acto de adjudicación, que es único, pudiendo optar a cualquiera de las plazas ofertadas en todo el país, siempre en función de la titulación acreditada. Eso sí, es muy importante el resultado, al ordenarse las peticiones por concurrencia competitiva.

La oferta de formación sanitaria especializada de 2024 es la más alta de la historia. En el caso de la Comunitat se ha incrementado en 55 plazas, hasta alcanzar las 1.099, de las que 866 son elegibles para los aspirantes de Medicina (852 el año anterior). Los puestos más numerosos en los centros valencianos son Medicina Familiar (232), Pediatría (57) y Anestesiología y Reanimación (49). Esta última especialidad y la de Radiodiagnóstico son las que más han crecido respecto a la convocatoria de 2023.

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