![200.000 exalumnos, sin título directo de valenciano al estudiar al amparo de otra ley](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/10/25/1487548252-Ra7cosnP3PHAzQkHl3KpsjO-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Más de 337.000 exalumnos de los últimos dieciséis cursos pueden conseguir los títulos automáticos de Valenciano más altos por haber aprobado la asignatura en Bachillerato. En este caso un B2, mientras que si la media en la materia llega al siete sobre diez ... se obtiene el C1, el que corresponde a un usuario competente. Se trata de una de las medidas estrella de la Ley de libertad educativa, que se aplica con carácter retroactivo hasta el ejercicio 2009-2010 incluido, lo que por contra supone dejar fuera a cerca de 200.000 antiguos estudiantes que se formaron bajo el paraguas de la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (Logse), aprobada en 1990 y que sustituyó progresivamente a la EGB, el BUP y el COU.
La nueva norma del PP alcanza a los formados al amparo de la Ley Orgánica de Educación (LOE) de 2006, que fue su sucesora, y el ámbito temporal elegido tiene su fundamentación, por mucho que fastidie al aspirante que, pese a sacar un sobresaliente en Valenciano en su día, no tiene opciones de un B2 o un C1.
Todo tiene que ver con los objetivos que se presuponían a los alumnos al acabar la etapa postobligatoria y su equivalencia con las destrezas que se deben alcanzar de acuerdo al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER), que permitió unificar los niveles de competencia y que se presentó en 2001. Como explican fuentes de la Conselleria de Educación, este recoge cuatro destrezas: comprensión oral y escrita y expresión oral y escrita. Sin embargo, entre los objetivos de la Logse para Bachillerato se hablaba de «dominar la lengua castellana y la lengua oficial propia de la comunidad autónoma», mientras que la LOE, que llegó después de la aprobación del MCER, ya concretaba más competencias básicas: «dominar, tanto en su expresión oral como escrita, la lengua castellana y, en su caso, la lengua cooficial».
Es decir, esta regulación, así como sus sucesoras, la Lomce y la Lomloe actual (que en realidad son modificaciones de la LOE) son las únicas que permiten hacer una equiparación entre las destrezas que adquiere un titulado en Bachillerato con el marco europeo. De ahí que el título automático se limite a los alumnos formados al amparo de algunas de estas normas.
La Conselleria de Educación ha modificado el contenido de la solicitud de exención de la asignatura, que desde la entrada en vigor de la nueva ley ya no advierte de la desventaja que puede suponer en términos de educación plurilingüe.
Ahora se informa al interesado de lo que se puede perder, en el sentido de que pedir la no evaluación de Valenciano implica quedarse fuera de la homologación automática por los estudios cursados. El formulario tipo, que debe entregarse en la secretaría de los centros de estudios, también incluye las diferentes opciones que permite la norma: desde un A2 si sólo consigue aprobarla en Primaria hasta el C1 de Bachillerato.
Hasta ahora regía el formato que le dio el Botánico en 2020, que tenía un tono más alarmante, pues advertía a los alumnos de que la exención podía «aplazar o impedir la consecución de los objetivos de una educación plurilingüe plena y el cumplimiento de los objetivos curriculares de todas las lenguas», poniendo «en desventaja» al estudiante a la hora de «afrontar las exigencias y los retos de la sociedad valenciana en un futuro inmediato». Además, el firmante declaraba haber sido suficientemente informado «sobre las repercusiones de la exención».
Este cambio fue muy criticado por el PP (entonces en la oposición) y también por organizaciones de familias de zonas castellanohablantes, donde se concentran las peticiones. Cabe recordar que el objetivo de las certificaciones es, precisamente, reducir las tasas de exención en estos territorios.
En cuanto a la cifra (exactamente 190.692 alumnos), se extrae de los resúmenes estadísticos del Ministerio de Educación y se refiere a estudiantes que consiguieron su título de Bachillerato entre los cursos 1993-1994 y 2008-2009, que se corresponden con la vigencia de la ordenación académica de la Logse, que hasta el 2000 estuvo conviviendo con el BUP y el COU. Al superar la etapa (no había más remedio que aprobar todas las materias) se entiende que de existir la posibilidad de equiparación cumplirían el requisito para tener al menos el B2 de manera directa, aunque una parte importante -que la estadística no permite discernir- estaría en condiciones de llegar al C1 por alcanzar el notable.
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En realidad es una cifra de mínimos, pues no incluye formaciones a distancia o por la vía de adultos, ni tampoco a aquellos que sacaron al menos un 7 en la asignatura de Valenciano en la selectividad, que es otra de las opciones para las promociones que estudiaron al amparo de la LOE y sus leyes sucesivas.
Para estas generaciones, igual que para las previas de BUP y COU, que lógicamente también quedan fuera de la homologación automática, la única posibilidad es conseguir el B1, opción que ya existía antes de la nueva ley del PP. Se obtiene si se aprobó la asignatura en tres de los niveles comprendidos entre 3º de la ESO y 2º de Bachillerato o entre BUP y COU. También si se superó entre 1º y 8º de EGB o entre 1º de Primaria y 4º de la ESO de la ordenación académica de la Logse.
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