200 evacuados en Chelva por un fuego para quemar rastrojos

Una quema para eliminar rastrojos que se descontroló mantuvo ayer en vilo durante todo el día a los vecinos de las poblaciones de Chelva y Calles, al desatar un importante incendio que avanzó por varios frentes. Las llamas calcinaron zona forestal, pero sobre todo de cañar -de una partida conocida como La Torrecilla-, lo que produjo una gran cantidad de humo, y los servicios de emergencias se vieron obligados a desalojar a alrededor de 200 personas de los barrios del Arrabal y del Azoque de Chelva.

El fuego se declaró hacia las 12.45 horas, poco después de que llegara el aviso por el incendio de la base militar de Marines -alrededor de 40 kilómetros separan ambos pueblos- y de inmediato se desplazaron hasta el lugar brigadistas y dotaciones de bomberos, además de un medio aéreo. En principio, daba la sensación de no ser una situación grave, pero se fue complicando.

Tanto, que parte de las aeronaves que se encontraban en el primer fuego se vieron obligados a desplazarse hasta el segundo, ya que las llamas avanzaban a gran velocidad. Poco después también llegaron los servicios de la Unidad Militar de Emergencia. En un primer momento vieron cuál era la situación y decidieron que tres medios aéreos y ocho brigadas debían ayudar en los trabajos de extinción. Las complicaciones para apagar el incendio también llegaron por la situación en la que se encontraba. La zona que se estaba calcinando era de difícil acceso para los bomberos, puesto que las llamas se extendían por los dos márgenes del río Tuejar, una zona enmarcada en un barranco

Sin paso de vehículos

El incendio también obligó a cerrar durante todo el día el tramo de la CV-35 que une ambos municipios. De hecho, al cierre de esta edición seguía clausurado para todos los vehículos, excepto los oficiales que trabajaban en las labores de extinción.

A media tarde llegaron a sobrevolar el cielo de Calles un total de nueve medios aéreos (dos helicópteros y siete airtractors) con el objetivo de apagar las llamas. También luchaban contra el fuego por tierra 11 brigadas, siete dotaciones de bomberos de Valencia y una sección de la UME.

Alrededor de las 18 horas se señaló desde Emergencias que, por culpa del gran humo que provocaban las llamas en el cañar, se veían obligados a desalojar a unos 200 vecinos de los dos barrios «de la parte del barranco que se encuentra junto al río Tuejar», según indicó el conseller de Gobernación, Serafín Castellano.

Ante esta situación se requirió también la presencia del Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Cruz Roja, que puso a disposición del municipio 100 plazas para atender a los vecinos desalojados, aunque se desmontó hacia las 22 horas. «Atenderlos ha sido nuestra prioridad», apuntó en la zona Castellano, quien añadió que, en ese instante (alrededor de las 19.30 horas) el incendio evolucionaba de un modo «favorable», aunque se había complicado al avanzar por tres sectores diferentes.

Pese a todo, justo cuando se retiraba el ERIE y los vecinos podían regresar a sus viviendas, desde Emergencias resaltaron que los equipos de extinción habían conseguido estabilizar el fuego y las llamas habían desparecido. Esta circunstancia, unido a que oscurecía, hizo que los medios aéreos se marcharan. Al cierre de esta edición el incendio todavía no estaba controlado, por lo que la previsión era que durante toda la noche siguieran trabajando brigadistas y bomberos.