¿Qué hago si me tropiezo con un obús?

La posibilidad parece rocambolesca. Pero no lo es tanto. A lo largo de los años son centenares los artefactos explosivos de la Guerra Civil recuperados en campos valencianos, caminos, patios antiguos abandonados y hasta incrustados en fachadas de iglesias, como ocurrió en Valencia. En menos de una semana, dos de estos elementos bélicos han sido desenterrados del pasado azarosamente en campos de Burriana y Albuixech.

Ante el último de estos hallazgos, un proyectil de artillería de considerable tamaño que encontró un vecino de Almassora, la Guardia Civil ha decidido brindar a los ciudadanos un conjunto de consejos para actuar con precaución. Todo con dos objetivo: que la detonación, con décadas de restraso, no se cobre ninguna víctima y que esa explosión se realice de manera controlada, ejecutada por expertos del Tedax (Policía Nacional) o Gedex, el equípo gemelo en la Guardia Civil.

La primera duda es: ¿Cómo reconocer que nos encontramos ante un artefacto explosivo?. A veces, el deterioro y la oxidación por la lluvia puede confundir. "Los artefactos explosivos son bastante comunes en parajes aislados, zonas de labraza o dobles fondos de casas habitadas durante la guerra. A todo objeto con apariencia de artefacto explosivo y extraño al entorno, habrá que darle una consideración de real y, ante la duda, avisar al 062 para que agentes especializados hagan la comprobación sin correr riesgos", alecciona la Benemérita.

El siguiente paso consiste en adoptar precauciones. La primera es obvia: no mover ni tocar. Y si se forma revuelo de niños, vecinos o curiosos hay que impedir que nadie lo examine. "El mismo riesgo potencial que supone para nosotros hay que trasladarlo a cualquier otra persona", recalca la Guardia Civil. Hay que alejarse del lugar por la misma ruta utilizada pero en sentido contrario. "Puede haber otros artefactos en la zona", alertan los especialistas. "El artefacto puede llevar varias décadas dormido y si no lo manipulamos es posible que continúe en ese estado". No pocas veces la carga está todavía en buen estado pese al desgaste de la carcasa.

A la hora de avisar a la Guardia Civil hay que dar indicaciones exactas del lugar en el que nos hallamos y esperar la llegada de los agentes a una distancia mínima de 300 metros del artefacto y, si es posible, a cubierto. ¿Cómo señalizaremos el hallazgo?. La Guardia Civil aconseja utilizar elementos del entorno como "piedras, ramas o una prenda con color intenso". Conviene señalizar, pero no enmascarar el artefacto. "Es mejor no improvisar nuevas rutas para buscar elementos que nos ayuden a señalizar y buscarlos en el mismo camino por el que hemos accedido". Otra ocpión es "resaltar el lugar con marcas en el suelo a modo de cruces o flechas y, si dispone de GPS o móvil con esa aplicación, usarla para marcar las coordenadas exactas".