Carlos Garsán
Martes, 2 de septiembre 2014, 16:45
Son muchos los padres y madres que, en las últimas semanas, han acudido a su farmacia más cercana para hacerse con la preciada vacuna de la varicela, una misión que ha acabado en decepción. Tras varios meses de tira y afloja entre el Ministerio de Sanidad y diferentes asociaciones de pediatras, médicos y farmacéuticos, el bloqueo del tratamiento se ha hecho extensible a todo el territorio español, obligando a muchas familias a recurrir a otros países de la Unión Europea para conseguir su dosis correspondiente de Varivax, que hace unas semanas desapareció definitivamente de los estantes de las boticas españolas. Sin embargo, ni los profesionales ni los afectados parecen darse por vencidos y ya son muchas las farmacias valencianas que, frente a la falta de suministro de la vacuna, reparten un documento para que los clientes puedan tramitar una queja formal ante las autoridades sanitarias.
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