El curso escolar arranca con protestas por el calor en las aulas

Las elevadas temperaturas que están marcando los primeros días de septiembre condicionaron ayer el inicio del curso en gran cantidad de centros valencianos, una anomalía meteorológica que ha coincidido con el adelanto de la vuelta a las aulas. Los termómetros de muchos colegios superaron los 30 grados, lo que provocó una sensación de calor más que molesta en unas instalaciones donde por regla general no hay sistema de climatización. La situación derivó en críticas de los sindicatos, hasta el punto de que se van a presentar denuncias en la Inspección de Trabajo porque se superaron las condiciones térmicas que fija la normativa de prevención de riesgos laborales.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los termómetros superaron los 35 grados en municipios como Utiel, Villena, Xàtiva o Pinoso, máximas que se alcanzaron fuera del horario lectivo, teniendo en cuenta que hasta octubre funcionará la jornada intensiva. Eso sí, la sensación de bochorno era palpable. El propio Alberto Fabra la sufrió durante su visita al colegio número 100 de Valencia, de nueva creación y que se ubica en el barrio de Ruzafa. Especialmente cuando la comitiva visitó el edificio que acoge las clases de Primaria.

Diferentes sindicatos facilitaron ayer datos térmicos captados en las aulas, la mayoría por encima de los 30 grados. Incluso en una conocida red social circulaba la imagen de un termómetro que marcaba hasta 40. El Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv), en base a una encuesta de elaboración propia, afirmó que en 200 colegios se rebasaron los 27 grados, que es el máximo que permite la legislación.

También indicaron que diferentes asociaciones de padres compraron ventiladores para hacer más llevadera la mañana y que hubo clases que se impartieron fuera del aula para mitigar la sensación térmica. Además, apuntaron que tenían constancia de que dos niños recibieron atención médica por el calor, uno en Altea y otro en l'Alcudia. Por estas razones, hoy presentarán una denuncia ante la Inspección y pedirán el aplazamiento de las clases.

Por otra parte, en el IES Vall de la Safor de Villalonga una maestra sufrió un mareo. En este instituto, según informó el Ampa, se alcanzaron los 38 grados en un aula de Bachillerato, situación que ha llevado a los docentes a plantearse suspender la actividad en los próximos días.

La misma estrategia va a seguir CSI·F. En un comunicado explicaron que alrededor de un centenar de escuelas tuvieron que dar las clases con temperaturas que oscilaban entre 30 y 35 grados, por lo que también están preparando una demanda. Por su parte, la Federación de Enseñanza de CC. OO. PV instó a los profesionales de los centros a hacer un seguimiento de las temperaturas para poder presionar a Educación para que tome medidas.

En este sentido, desde la conselleria explicaron que la mayoría de colegios carecen de climatización por una cuestión de seguridad sanitaria, al considerarse que puede facilitar la transmisión de patologías como la legionela. Se da la paradoja de que los que disponen de aire acondicionado son los barracones, en los que sería muy complicado mantener la rutina en días de calor.

Durante la vista al colegio de Ruzafa, la consellera María José Català destacó «la normalidad» del primer día de curso más allá de alguna manifestación «puntual». También señaló que todos los profesores estaban en sus puestos tras las últimas adjudicaciones de vacantes.