J. M. O.
Martes, 9 de septiembre 2014, 00:02
Las lluvias de los últimos días han sido, salvo excepciones concentradas en cinco municipios, muy bien acogidas por los agricultores de la Comunitat. «En algunos municipios hacía más de un año que no registraban estas cantidades de agua. Menos en las zonas en las que ha caído piedra, estas tormentas son muy beneficiosas para el campo», resaltó el secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, Ramón Mampel.
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«Los efectos de la sequía siguen siendo muy negativos y con los cultivos de secano ya no hay nada que hacer, pero esto permite ahorrarse el dinero de un par de riegos en los cítricos, además de limpiar las hojas de los árboles y hacer que las raíces absorver agua durante un par de días seguidos», añadió.
No todo fueron buenas noticias. En algunas zonas, como indicó Mampel, las lluvias llegaron acompañadas de granizo. De este modo, según explicaron desde AVA-Asaja a este periódico, el término municipal más afectado fue el de Alberic, donde la piedra dañó hasta 750 hectáreas, «el 60 por ciento fueron cítricos y un 40 de caquis». Otras cuatro localidades «Montesa, Vallada, Corbera y l'Alcudia, también se vieron afectadas», aunque en menor medida. Entre todas ellas, «sumarán unas mil hectáreas estropeadas. A las que hay que sumar las damnificadas por el viento y el rameado».
Durante la jornada de ayer, la lluvia volvió a caer con fuerza en buena parte de la Comunitat. En Castellón, Catí registró 41 litros -32 en cuarenta minutos- y Morella 37, mientras que en Valencia, recogieron 34 en la Font de la Figuera.
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