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Jose Forés Romero
Martes, 16 de septiembre 2014, 20:30
Desde la Dirección General de Tráfico entonan el adiós a la cortesía. Tal y como confirmaba LAS PROVINCIAS, el organismo ha reducido la velocidad a partir de la cual se activan los cinemómetros. Hasta ahora los radares aceptaban un margen de entre 12 o 15 kilómetros por hora sobre el máximo en cada tipo de carretera. Pero desde el pasado mes de julio la DGT rebajó el mismo a entre 8 y 11 kilómetros sobre el tope de velocidad fijado por la ley.
Tráfico recauda cada mes, más de tres millones de euros por sanciones a conductores, la mayoría de ellas, por excesos de velocidad y uso del móvil al volante. En los seis primeros meses del año, las multas han dejado en sus arcas, aproximadamente, unos 20 millones de euros. Para muchos conductores el afán recaudatorio está detrás de esta medida.
Casualidad o no, lo cierto es que desde que se puso en marcha esta orden, a finales de agosto se registró un importante incremento respecto al 2013. A pesar de que los agentes de la Guardia Civil llevaron a cabo un número menor de controles, las multas aumentaron hasta las 3.135. Casi 450 sanciones diarias.
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