En la calle a los 70 años

Rosa Martínez tiene 69 años y una minusvalía del 70%. Con un hijo de 42 años discapacitado psíquico y una pensión de 370 euros no tiene dinero para hacer frente a un crédito de 55.000 euros que pidió para acondicionar su casa a su minusvalía. Además, nada más pedir el crédito su marido la abandonó, al igual que sus familiares y amigos, quedándose sola.

Su piso ya fue subastado y se lo quedó el banco portugués Primus, un banco online con una única sucursal en Madrid, al que solicitó el crédito y que le ha denegado la dación en pago o un alquiler social. Además, Rosa no ha podido acogerse a la ley aprobada por el gobierno el año pasado para paliar la escalada de desahucios, porque no cumple uno de los requisitos, ya que el crédito que pidió no fue para comprar una vivienda, sino para reformar la que tenía.

En este punto, salvo que el juez que lleva su caso lo impida, Rosa y su hijo tendrán que abandonar su vivienda en un mes.