Un congreso internacional debatirá el valor de los regadíos tradicionales

La denominada Ciudad Politécnica de la Innovación de la Universitat Politècnica de València (UPV) acogerá hasta el sábado el Congreso Internacional Regadío, Sociedad y Territorio, que contará con una seria de jornadas y conferencias en las que se abordará el análisis de la evolución histórica de los regadíos tradicionales, prestando especial atención a los sistemas que riegan la huerta de Valencia.

Expertos de diferentes lugares del mundo, como Thierry Ruf, Jacinta Palerm, Teresa Rojas o Roland Courtot, "discutirán el reto que suponen los procesos de urbanización y modernización, y las estrategias encaminadas a fortalecer su viabilidad socioeconómica y asegurar su preservación", según explicaron ayer fuentes de la organización del congreso. Entre ellos, estará también el profesor Thomas F. Glick, que recibirá un homenaje por su contribución esencial al estudio histórico de los regadíos y su estímulo permanente para el reconocimiento y protección de este patrimonio socioambiental.

El evento, organizado por la Fundació Assut, la UPV y la Universitat de València, tuvo en la tarde de ayer un anticipo con un acto de hermanamiento de distintas comunidades de regantes escenificado en el Botànic. Concretamente, representantes de la Real Acequia de Moncada, la Acequia Real del Júcar, el Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia y la Asociación de las Acequias de Nuevo México firmaron un manifiesto con el objetivo "de promover el intercambio de experiencias y definir soluciones conjuntas a los desafíos que afrontan los antiguos sistemas de regadío", añadieron. En el acto participaron José Rivera, estudioso de las acequias de Nuevo México; Enrique Aguilar, presidente del Tribunal de las Aguas de la Vega de Valencia; Don Bustos, secretario de la Mesa Directiva de la Asociación de Acequias de Nuevo México; José Manuel García de la Cuadra, presidente de la Acequia Real del Júcar; y Rafael Ordeig, secretario de la Real Acequia de Moncada.

El manifiesto suscrito por estos representantes puso el acento en "la significación cultural y ambiental de las acequias como símbolo y exponente de la profunda y enriquecedora relación histórica que une a los pueblos que habitan el cinturón de tierras áridas y semiáridas que comprende el Asia Central, el Próximo Oriente, las riberas del Mediterráneo y las Américas".

Además, los participantes se mostraron "orgullosos" del "estrecho vínculo que une a los labradores de la península Ibérica con sus hermanos americanos, aquí representados por los parciantes de Nuevo México".

"Conocedores de las dificultades y los retos comunes a que nos enfrentamos en el actual contexto de globalización de la economía y la agricultura, nos comprometemos a estrechar nuestros vínculos, promoviendo el intercambio de experiencias, la definición de soluciones para los desafíos que afrontamos, y la extensión de las acciones de hermanamiento con las comunidades de regantes que comparten con nosotros la milenaria cultura de la acequia", concretaron los asistentes.