J. A. MARRAHÍ
Miércoles, 31 de diciembre 2014, 01:08
El peor de los delitos, aquel en el que una persona quita la vida a otra, se ha frenado de manera muy considerable en la Comunitat Valenciana. El año toca a su fin con una lista de muertes que, pese a ser siempre dolorosa, es la mitad de amplia que hace una década. El asesinato de un joven con un hachazo en la cabeza, descubierto ayer en Villena, eleva a 32 las personas fallecidas por crímenes durante 2014 en la región, un número de víctimas idéntico al del año pasado.
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Según los datos estadísticos que maneja el Ministerio del Interior y el INE, en la región valenciana se produce aproximadamente un crimen cada doce días. «Se trata de un delito que, en la mayoría de casos, resulta imposible de prever al ser completamente azaroso», estiman expertos policiales consultados por este diario.
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