Un tribunal de Estados Unidos decreta la libertad condicional de Carrascosa

Hasta en dos ocasiones llegó a pedir la libertad condicionas, pero en todas ellas recibió una negativa rotunda como respuesta. Ahora, un tribunal estadounidense aceptó ayer poner en libertad a la abogada valenciana María José Carrascosa, presa en el estado de Nueva Jersey desde 2006 por un litigio ligado a la custodia de su hija, según explicaron fuentes oficiales.

«Será puesta en libertad, no tengo los detalles todavía», dijo a Efe una fuente del tribunal presidido por la jueza Bonnie Mizdol, que debía adoptar ayer una decisión al respecto.

La fuente no pudo precisar por ahora cuándo será completada la orden de libertad condicional de María José Carrascosa, y dijo que ya se estaban procesando los documentos necesarios para que la abogada valenciana pueda salir de la cárcel y poner fin a una pesadilla que ya se alargaba casi nueve años.

Carrascosa quedó detenida en 2006 acusada de desacato a la autoridad y secuestro por llevarse a España a su hija, en enero de 2005, mientras estaba en medio de un litigio con su exmarido, Peter Innes, sobre la custodia de la hija de ambos, Victoria.

Un tribunal de Valencia le concedió a Carrascosa la custodia de su hija en julio de 2005, pero un año después la madre regresó a Estados Unidos, y quedó detenida el 21 de noviembre de 2006.

Fue condenada a 14 años de prisión en un juicio que se cerró en diciembre de 2009, y en dos ocasiones en los últimos años había pedido la libertad condicional.

Ahora se encuentra en la cárcel del condado de Bergen, en la ciudad de Hackensack, en el estado de Nueva Jersey. Por el momento se desconoce si se podrán completar los trámites en las próximas horas para que Carrascosa pueda quedar en libertad, o habrá que esperar hasta mañana, o hasta el próximo lunes.

El caso debería analizarlo previamente la Junta de Libertad Condicional del Estado de Nueva Jersey.

La ciudadana valenciana, según amigos suyos, no había recibido aún la orden emitida por la jueza, y seguía dentro del penal.

La casi obsesiva decisión de María José Carrascosa por evitar que su exmarido, Peter Innes, pudiera ver a su hija ha frustrado numerosos intentos de acuerdo entre las partes implicadas. De hecho, el propio Innes comentó en alguna ocasión que la abogada valenciana hubiera obtenido antes la libertad si a él se le hubiera permitido ver a su hija.

Régimen de visitas

Un ejemplo sintomático quedó patente tras la reunión en La Haya que tuvieron Carrascosa, Innes y los gobiernos afectados. Las posturas se estaban acercando, la libertad se aproximaba; sólo faltaba que se plasmara en un papel un régimen de visitas en favor de Peter Innes. Para ello, la abogada valenciana debía pronunciarse y así el fiscal de Nueva Jersey retiraría los cargos, pero de nuevo se negó en rotundo. El acuerdo se hizo añicos. Ella siempre ha defendido que su postura se apoyaba en que es una víctima de violencia de género, unos delitos por los que, según ella, su exmarido no ha sido castigado.

Tras este primer fracaso entraron en escena las gestiones diplomáticas. Un convenio entre España y Estados Unidos le hubiera permitido cumplir la condena en alguna de las cárceles españolas, lo cual le hubiera venido muy bien a la hora de obtener un tercer grado. Pero las negociaciones volvieron a encontrarse con un muro infranqueable: la negativa de Carrascosa a que su exmarido viera a la niña.

Ahora, tras casi nueve años de via crucis en Estados Unidos, sólo la burocracia le separa de su anhelada libertad.