Prisión de Chorrillos en la capital de Perú, país donde hoy cumplen condena una treintena de valencianos.

Una red captó a valencianos endeudados para ser 'mulas' de droga por 10.000 euros

Una fundación de auxilio a reclusos asegura que la trama actuó durante tres años y decenas de esos correos de la coca están hoy presos en Sudamérica

Juan Antonio Marrahí

Miércoles, 6 de mayo 2015, 21:49

Decenas de valencianos que hoy permanecen presos en cárceles de Sudamérica fueron captados por una red de narcotráfico que operó durante los años más duros de la crisis económica en Valencia, Alicante y Murcia. Así se desprende del trabajo de la Fundación+34, actualmente la asociación más activa de España en el apoyo a reclusos del país fuera de nuestras fronteras y a sus familias. Los delincuentes captaban a personas desesperadas por las deudas para emplearlas como mulas o correos de la droga, aquellos que introducen cocaína escondida en maletas.

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Javier Casado, director de la institución, asegura que el cruel modus operandi de esta trama de narcotráfico se ha conocido "a posteriori, al analizar la historia personal de esos reclusos que hoy están encarcelados en muy malas condiciones en cárceles de Sudamérica".

Según describe, "había elementos coincidentes muy claros entre los reclusos españoles que fueron captados entre 2010 y 2013 para traer droga desde Sudamérica". Un buen número de ellos procedían de la Comunitat y Murcia y, en la mayoría de los casos, estaban asediados por las deudas. Pero con una particularidad muy relevante: "tenían sus casas embargadas y esa situación judicial se hace pública".

Según los datos recabados por Fundación+34, "una vez los captadores de la red tenían la información personal del embargado y su dirección ya lo tenían muy fácil. Iban puerta por puerta y tentaban a los embargados con recompensas de entre 5.000 y 10.000 euros a cambio de traer una maleta de Sudamérica".

Como describe Casado, "llama la atención que en todos los casos analizados entre los presos fueron los delincuentes los que fueron a buscarlos timbre por timbre y no al revés". Otras redes similares que actuaban en todo el territorio español llevaban a cabo su particular proceso de selección entre desempleados, en las colas del INEM.

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Colombia, Perú y Brasil

El funcionamiento de esta trama ha hecho que, en los últimos años, cárceles de Sudamérica se hayan llenado con reclusos procedentes de la Comunitat Valenciana. Los datos más actuales que maneja el Ministerio de Asuntos Exteriores, facilitados a este diario por la fundación, hablan, por ejemplo, de 24 valencianos entre rejas en los centros penitenciarios colombianos. En Perú, son hoy una treintena los reclusos procedentes de la Comunitat. Una decena habitan entre los barrotes de prisiones brasileñas.

Según Casado, "tenemos constancia de que muchos de ellos viven en condiciones infrahumanas". Los estudios de la Fundación +34 muestran que las peores cárceles del mundo "están en Bolivia, Perú, Brasil y casi todas las de África. Quienes han visitado a estos presos desde España constatan "hacinamiento, corrupción, mafias internas y graves problemas de salubridad".

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En los citados penitenciarios de Sudamérica, en concreto, "quien no paga no tiene prácticamente ningún derecho", expone Casado. Y los casos más extremos resultan espeluznantes. "Estamos hablando de grupos de extorsión carcelaria muy bien organizados que ponen precio a camas, tablones y hasta el suelo donde duerme un recluso, por no hablar de los lamedores, reclusos que como no pueden pagar sólo tienen derecho a lamer el plato que otros han comido".

Otra cuestión que llama la atención es la significativa presencia de mujeres entre aquellos valencianos que pusieron su destino en manos del narcotráfico y hoy cumplen condena lejos de nuestro país. Alrededor de un 20% eran "madres solteras con hijos pequeños a su cargo y grandes agobios económicos en el momento en el que aceptaron el viaje a cambio de dinero", aseguran desde la entidad.

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También Movimiento por la Paz alerta de los captadores de la droga en busca de desesperados. "Es vital concienciar de que una detención en el extranjero puede tener consecuencias desastrosas y te arruinará la vida. No es un juego y es muy sencillo ser pillado. Hoy hay familias destrozadas por culpa de un pequeño negocio en apariencia fácil".

Fundación+34 se reunió el pasado noviembre con la directora general de Cooperación (Bienestar Social) en busca de un apoyo de 3.000 euros para prestar ayuda médica a un valenciano preso y enfermo en Senegal. "Tiene 41 años, fue captado por redes de narcotráfico y hoy cumple una condena de 10 en una terrible prisión de Dakar. Otras cuatro autonomías de España nos han auxiliado con fondos públicos, pero en el caso de la valenciana, el silencio por respuesta".

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