La Comunitat se queda fuera de los 153 millones que Fomento licita para carreteras

Las últimas licitaciones realizadas por el Ministerio de Fomento en carreteras, que alcanzan los 153 millones, han pasado de largo por la Comunitat emulando a los americanos de la película Bienvenido, Mister Marshall. No es la primera vez que ocurre, ya que la Comunitat ha sido excluida de las distintas partidas habilitadas por el Gobierno para este área.

Ocurrió con los 580 millones de hace dos años (donde Cataluña recibió 240 para la duplicación de la N-II), los 1.000 millones para terminar 344 kilómetros de carreteras anunciados en septiembre del año pasado e, incluso, los 900 millones que la ministra, Ana Pastor, avanzó en enero que se destinarían a licitar obras en carreteras hasta el final de legislatura, en noviembre.

Ni rastro de alguno de los proyectos que Fomento tiene paralizados o pendientes de ejecución por falta de presupuesto en la Comunitat. Y eso que algunos apenas alcanzan los 31 millones además de que, como recuerda el director-gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunidad Valenciana (CCCV), Manuel Miñés, «son obras administrativamente resueltas y económicamente rentables».

Se trata, por ejemplo, del tramo pendiente de la V-21 entre el barranco de Carraixet, en Alboraya, y Valencia, que permitiría pasar de dos a tres carriles en el tramo final de entrada a la ciudad de Valencia y evitar así las retenciones que se producen, ya que circulan 74.903 vehículos diarios, según los datos de abril recogidos por la Concejalía de Tráfico. Con tan sólo cuatro kilómetros de actuación y un coste de 19 millones, la actuación tiene pendiente la declaración de impacto ambiental (DIA) desde el pasado noviembre. «Podría resolverse ya», aseguró Miñés.

Otra de las actuaciones en un cajón es el paso inferior de Xirivella que permitiría enlazar la V-30 con la A-3 en dirección al puerto de Valencia. Una actuación que, descartada la ampliación anunciada en 2011 con un coste de 125 millones, permitiría reducir las retenciones en ese punto, que cada vez son más frecuentes por la intensidad de tráfico (unos 75.000 vehículos en algunos tramos). Esta misma semana un accidente múltiple registrado a primera hora de la mañana provocaba seis kilómetros de atascos en dirección al puerto de Valencia.

Precisamente la ejecución de un paso inferior de dos kilómetros para enlazar estos dos viales también facilitaría el transporte de mercancías por carretera hacia el puerto. El proyecto requiere una inversión de unos 12 millones y está en la mesa de la Dirección General de Carreteras de Fomento desde hace varios años.

Sin embargo, ni uno ni otro aparecen en el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se hacen públicas las licitaciones de la Administración. Como tampoco figura el proyecto de ampliación del by-pass, retomado en marzo de 2014 (aunque se anunció en 2002) y también pendiente del visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente al proyecto de desdoblamiento entre la CV-32 y la A-3. Esta obra también permitiría mejorar la conexión de la V-30 en dirección al puerto.

Próxima legislatura

Aunque la duplicación del by-pass a lo largo de 22,5 kilómetros tiene un coste elevado (288 millones), el ministerio presentó una ejecución por fases para facilitar su construcción, prevista (en su día) para que arrancara este año y se prolongará por un periodo de dos o tres.

Es lo mismo que Fomento ha hecho, por ejemplo, con la reciente licitación del proyecto de conversión en autovía de la carretera SG-20 de Segovia: dos tramos con 42 y 24,6 millones cada uno y plazos de ejecución de 40 y 36 meses. Un total de 66,6 millones para un proyecto cuyos primeros estudios arrancaron hace casi 20 años. O con la ampliación de la capacidad de la A-5 en Madrid por 8,5 millones, que pasará a tener tres carriles por sentido.

Otras obras impulsadas por Fomento son la duplicación de la N-IV entre Dos Hermanas-Los Palacios y Villafranca (Sevilla) por 66,5 millones mientras el desdoblamiento de la N-340 entre Castellón y Nules sigue pendiente; y el acceso sur al puerto de Algeciras frente al de Sagunto, que sigue sin realizarse.

Tanto la saturación del by-pass como la ampliación de la capacidad de la V-30 figuran de forma específica en el programa electoral del PSOE y en las reivindicaciones que los empresarios valencianos trasladaron a los ministros de Hacienda y Fomento, Cristóbal Montoro y Ana Pastor, respectivamente, en julio del año pasado.

Además, en el caso del tercer carril de la V-21, el túnel de Xirivella e, incluso, la ampliación de la V-30, la alcaldesa en funciones, Rita Barberá, anunció tras una reunión con Pastor a finales de marzo que Fomento se había comprometido a llevarlos adelante en la próxima legislatura. Es más, tanto la V-21 como el enlace de la V-30 y la A-3 iban a tener la DIA y licitarse, respectivamente, en un plazo breve, algo que, hasta el momento, no se ha producido.