Un lagarto venenoso en Vinaròs

Un vecino de Castellón se llevó ayer una sorpresa monumental. No todos los días se encuentra uno con un reptil de 80 centímetros de longitud y menos cuando su territorio habitual está al otro lado del Atlántico. Se da la circunstancia, además, de que es uno de los pocos lagartos del mundo que es venenoso. Y permanecía oculto en una caseta de Vinaròs.

Un residente de la zona dio la voz de alarma a la Guardia Civil al encontrarse con una especie desconocida en la zona. De inmediato, agentes del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) acudieron al lugar. Capturaron al reptil y lo trasladaron a un centro de recuperación de especies en peligro de extinción, probablemente las instalaciones de El Saler.

El lagarto, conocido como 'monstruo de gila' (Heloderma Suspectrum), es una especie habitual de los desiertos de México y Estados Unidos. Entonces, ¿cómo pudo aparecer en Castellón? Los expertos apuntan al comercio -no necesariamente ilegal- de animales exóticos. Natalia Rodríguez, experta en reptiles del Bioparc, aclara que su tenencia es legal siempre que haya nacido en cautividad. Quizá un vecino de la localidad compró el animal y al ver el tamaño que adquiría lo abandonó o simplemente se le escapó.

La captura del lagarto no está exenta de riesgos pese a que la probabilidad de un ataque es muy remota. Se trata de un reptil especialmente lento y con movimientos nada ágiles. Dispone de una garras poderosas y el veneno lo segrega a través de unas glándulas en la mandíbula. «Puede llegar a ser mortal en caso de que el afectado no reciba atención médica. El veneno causa infartos, vómitos e incluso puede desembocar en un infarto», precisa la especialista del centro zoológico.

Esta característica, la capacidad de soltar la sustancia tóxica, lo hace único. «Hay catalogadas más de 5.000 especies de lagartos y sólo dos son venenosas». El ejemplar hallado en Vinaròs es especialmente grande. Mide alrededor de ochenta centímetros, cuando la media se sitúa «cerca de los 60 centímetros».

La caseta de aperos en la que hallaron al reptil puede que fuera su hogar. Los monstruos de gila suelen excavar madrigueras y pasan allí buena parte de la jornada. Apenas se dejan ver durante el día y nunca en las horas de mayor calor. Prefieren la noche.

Se trata de animales carnívoros que se alimentan de «pequeños mamíferos y también de huevos de otras especies». Tampoco necesitan gran cantidad de alimentos. «Acumulan grasa en la cola y pueden pasar muchos días sin tener que buscar comida». El lagarto hubiera resistido el verano en la Comunitat sin demasiados problemas. Está acostumbrado a zonas áridas y secas. También hubiera superado el invierno debido a las temperaturas suaves en la Comunitat.

Mordisco de una víbora

No es la primera vez que se encuentran especies alejadas de su hábitat en la Comunitat y no siempre su captura concluye sin sobresaltos. Ocurrió el pasado lunes en la Conselleria de Hacienda. Los funcionarios detectaron la presencia de una víbora. La serpiente respondió cuando un policía trató de cogerla. Le mordió y perforó el guante.