Una decena de pueblos se cuestiona ya los festejos taurinos tras las elecciones

A pesar de que el sector taurino (bous al carrer y corridas) mueve unos 180 millones de euros al año en la Comunitat, que genera unos 6.300 empleos, que alrededor de 4.000 empresas viven directamente de esta actividad en la región y que es una tradición profundamente arraigada entre los valencianos (el año pasado se superaron los 1.500 festejos celebrados, una cifra récord), los nuevos aires políticos parecen traer consigo una contagiosa corriente que apuesta por poner en duda el futuro de los bous. Casi una decena de municipios de la Comunitat apuesta ya por eliminarlos, se plantean realizar consultas a los vecinos sobre el porvenir de los festejos, modificaciones sobre las condiciones en que se celebran las fiestas o bien apuestan por dejar al sector sin ningún tipo de ayuda pública.

Aldaia, Alzira, Paiporta, Xirivella, Alaquàs, Ondara, Gandia, Silla o Vinaròs son algunos de los municipios en los que los tambores de guerra contra los bous suenan después de las elecciones o, aunque se siguen oyendo los ecos, han quedado en rumores tras las tamborradas anunciadas por los partidos de izquierda antes de los comicios.

Dos capitales de comarca, Alzira y Gandia, son tajantes al respecto. Toros no. En la capital de la Ribera, el tripartito ha decidido eliminar los festejos taurinos de la programación de fiestas patronales. Los bous regresaron a la ciudad hace siete años, organizados por dos peñas taurinas y con la colaboración del Ayuntamiento del PP. Desde que comenzaron desataron críticas de gran parte de los vecinos por la falta de tradición en Alzira de estos espectáculos. "Teníamos claro que este tipo de festejos no iban a realizarse porque los tres partidos estamos en contra del maltrato animal", argumenta la concejala socialista de Fiestas, Isabel Aguilar.

El paso atrás también es evidente en Gandia. El gobierno popular de Arturo Torró programó corridas de toros en la playa con importantes diestros durante los veranos de la pasada legislatura. La llegada al Ayuntamiento de la izquierda ha tumbado la fiesta nacional. La alcaldesa socialista de Gandia, Diana Morant, es tajante: no habrá toros mientras ella y Més Gandia gobiernen.

También en la Safor, en Oliva, los bous están en vilo. O al menos es lo que se desprende de las palabras del alcalde David González. En años pasados, una asociación taurina montaba una plaza durante cinco días y corría con todos los gastos. La continuidad pasará ahora por el Consistorio. Si piden autorización, se tratará por el pleno "siempre que no suponga coste para las arcas municipales y no haya maltrato animal", subraya González.

En Xàtiva habrá astados, aunque con peros. El ayuntamiento "está trabajando para que puedan celebrarse toros" durante la Fira dAgost, aunque, tal y como indican fuentes municipales, "lo primero que hay que hacer es resolver las deficiencias que tiene la plaza de toros para garantizar la legalidad y la seguridad de la gente". La planificación de las corridas de toros sigue aún en el aire. En Quatretonda, el cambio de color político no va a afectar en nada a los bous que comienzan mañana. Al contrario; la frase que abre el libro de las fiestas ya es bastante elocuente: "Si no hay toros, no hay fiestas". El saluda del alcalde socialista Enrique Benavent muestra su total apoyo a las celebraciones. Ontinyent, Aielo de Malferit o Sueca son otras localidades en las que no habrá variaciones en las celebraciones taurinas.

La andanada contra los bous es especialmente intensa en lHorta. Además de Aldaia, que anunció el martes una consulta vecinal sobre el futuro de los bous, Silla se suma también a la moda del referéndum. "Se hará lo que el pueblo decida", adelanta el alcalde socialista, Vicente Zaragozá, quien matiza: "No sólo decidirán si quieren o no toros, sino que además preguntaremos otras cuestiones, como cuántos días tienen que hacerse o si quieren que se subvencionen". Donde se cierra el grifo de las ayudas públicas es en Paiporta. La alcaldesa de Compromís, Gloria Martín, públicamente antitaurina, ya se ha posicionado por el fin de las subvenciones.

Xirivella es ahora mismo un misterio sobre el devenir de los bous. Los socialistas, a través del hoy alcalde Michel Montaner, anunciaron antes de las elecciones otro referéndum. Pero, tripartito mediante, hoy dejan en el aire la realización del mismo. "Aún no hemos tratado la cuestión. Será de lo primero a resolver", dice el edil. En Alaquàs, durante la campaña electoral se anunció una semana taurina para el mes que viene. La propuesta de la peña ha desaparecido ahora. Y el gobierno socialista avisa: si se presenta la solicitud, no se aprobará.

«Regularizar, no prohibir»

Desde Compromís de lHorta Nord aseguran que la línea a seguir en los ayuntamientos en los que gobiernan o comparten la tarea con otras fuerzas es "regularizar la fiesta sin prohibir nada". Fuentes taurinas en la comarca recalcan que recortar la fiesta "no sólo afecta a que haya toros o no. No hay que olvidar todo lo que gira en torno a estos días a nivel de negocios: bares, restaurantes, hornos. El impacto económico y social que arrastran los espectáculos no puede quedarse a un lado".

En la Marina, el terremoto es menor. En Dénia, los bous a la mar (fiesta de interés turístico nacional) son inamovibles. Igual que en Pedreguer, considerada capital dels bous de la comarca, según confirmó el nacionalista Sergi Ferrús. Tampoco el socialista Ximo Coll tocará los actos taurinos en El Verger. Algo sí cambiará en Ondara. El portavoz del ejecutivo local, José Ramiro (PSPV) reconoció la "mucha tradición" de festejos taurinos en el municipio. Pero avanzó que se suprimirá alguna entrada en las fiestas de Sant Jaume por motivos económicos, al estar ya "gastada o comprometida" buena parte de la partida presupuestaria.

En Vinaròs, marcha atrás de la marca blanca de Podemos. Tots Som Vinaròs anunció el fin de los bous antes de las elecciones. Ahora, en el gobierno con el PSPV, no se plantean referéndum, y la plaza de toros incluso celebró días atrás corridas con gran éxito de público. En Vall dUixó, Onda o Nules, los bous seguirán adelante. Igual que en Castellón capital, donde este fin de semana arrancan las fiestas de Sant Pere, con los toros como uno de los platos fuertes.