«Decenas de sanitarios, ganaderos y transportistas viven de la fiesta taurina»

"En cada festejo taurino interviene una ambulancia, un médico, un ATS, un ganadero, un transportista, un arquitecto, aparejador o ingeniero, un agente de seguros, una empresa de alquiler de instalaciones... Y todo ello sin contar la influencia que tienen en la hostelería, la pirotecnia, la cartelería o el sector de la indumentaria". José Antonio Blanco Blanquet, responsable de Gesbou, se encarga de tramitar la celebración de los festejos taurinos de cerca de un centenar de municipios valencianos y conoce al dedillo el impacto económico que estas celebraciones tienen en las localidades valencianas. Sólo los bous al carrer generan unos 50 millones de euros anuales, según los datos de la extinta Conselleria de Gobernación y Justicia, y sustentan unos 6.300 puestos de trabajo de forma directa. Además, unas 140 empresas componen en el sector ganadero valenciano, del que viven unas 300 familias.

En general, la Comunitat cuenta con 650 peñas taurinas y unos 40.000 peñistas, "que son los que de verdad financian la fiesta con sus cuotas y la venta de lotería. Es un mito que vivamos de las subvenciones", subraya Blanquet, que lamenta el "ataque" que está sufriendo la fiesta, sobre todo a nivel municipal. "El toro no tiene ideología política, nos sentimos manipulados".

El ganadero Fernando Machancoses es de la misma opinión. "Los bous no son ni de derechas ni de izquierdas, son de los aficionados", destaca. En esta línea, recuerda que ni siquiera en los años crisis económica ha tenido que prescindir de ninguno de sus trabajadores. "Tengo tres fijos todo el año, uno de ellos ya estaba con mi padre y lleva más de 40 años, y entre ocho y diez empleados más que contratamos en verano. También tenemos tres camiones más otros dos de una empresa de transportes con la que trabajamos unos 60 días al año", resume este empresario, para instar a los nuevos gobernantes, tanto municipales como autonómicos, a "asesorarse y conocer la fiesta, porque no hay nada peor que ponerte en contra de algo sin conocerlo". "Estamos preocupados porque tanto van a tensar la cuerda que al final se va a romper", augura.