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J. a. marrahí
Jueves, 30 de julio 2015, 21:02
"Es indudable. Estamos ya en guerra contra el Estado Islámico". Lo admitió el ministro de Defensa, Pedro Morenés, en una reciente entrevista a LAS PROVINCIAS. Lo que pocos saben es que esa guerra la libran ya o la van a librar militares con base en la Comunitat. No hay vacaciones para los 70 soldados del Mando de Operaciones Especiales (MOE) de la base alicantina de Rabasa desplegados en Irak. Otra media docena de hombres de Marines parten ya el martes para ponerse al mando de una de las baterías de misiles Patriot de la base valenciana, desplegada en la frontera turca con Siria. Y mientras, la base de la OTAN en Bétera se adapta para convertirse, el año próximo, en la fuerza de respuesta más rápida de la Alianza Atlántica. Una de sus miras, está puesta en el sanguinario grupo radical.
Bagdad, uno de los destinos de los militares alicantinos, ha sido escenario reciente de un atentado terrorista con un centenar de muertos. En Turquía, a donde se dirigen los soldados del regimiento de Marines, el conflicto con Siria se recrudece. El país acaba de bombardear posiciones del EI como respuesta a un ataque de los yihadistas a las posiciones turcas que acabó con un soldado muerto y dos heridos. Repasamos las misiones internacionales en las que sirven los militares valencianos y sus cometidos.
RABASA: Operaciones Especiales
Instrucción alicantina para frenar el terror en Irak
El año pasado, tras el avance del ISIS en Irak, se decidió el envío de fuerzas internacionales. El ejercito iraquí necesitaba perfeccionar sus técnicas para enfrentarse con mayores garantías a los terroristas de negro, cada vez mejor armados y entrenados. Y es en este punto donde se recurrió a la experiencia de los boinas verdes de la base alicantina de Rabasa, el Mando de Operaciones Especiales (MOE). La unidad ya ha adiestrado a 3.000 efectivos del Ejército Iraquí. En estos días, están de relevo. Unos vuelven ya a Alicante y otros parten a una misión con base en Bagdad y Taji. En estos momentos hay unos 70 repartidos en la zona. Una veintena de ellos son originarios de la Comunitat y el resto, alicantinos de adopción.
Entre los que han regresado a casa está F. C. Por razones de seguridad, prefieren mantenerse en el anonimato. Son conscientes de que las garras del EI sobrepasan fronteras. En su memoria están atentados como los de Francia y Holanda. "La protección es algo fundamental. Tomamos todas las medidas de seguridad posibles", admite el mando de los boina verde. Con 38 años y cuatro misiones a sus espaldas, sirve en las Fuerzas Armadas desde que alcanzó la mayoría de edad. Casi toda su trayectoria militar pasa por Operaciones Especiales.
F. C. llegó a Bagdad el 22 de enero y ha regresado a Alicante hace una semana. "Estoy satisfecho. Creo que hemos logrado que el Ejército iraquí esté más preparado. Con nuestra instrucción nacen buenos francotiradores, ganan en autoprotección, conocimientos médicos, técnicas de asalto, patrullaje, táctica...".
En estos seis meses, su casa y la de sus compañeros valencianos ha sido una base del aeropuerto internacional de Bagdad. Allí, militares iraquíes como Mohamed o Abdul comparten maratonianas jornadas de entrenamiento con soldados de élite españoles, australianos, norteamericanos, noruegos...
Según el responsable de comunicación del MOE, "las unidades iraquíes instruidas son desplegadas luego en primera línea". Las dificultades son "la barrera del idioma y el poco tiempo que se dispone para preparar a los soldados". Aunque extreman la seguridad, "no se puede descartar amenazas como el fuego indirecto con morteros desde zonas lejanas".
Otro peligro al que se enfrentan es el denominado green on blue. "Es la posibilidad de que un yihadista se infiltre entre los soldados adiestrados o haya sido captado por los terroristas para atentar contra instructores", describe F. C. La inteligencia juega un papel vital. Los alumnos "son sometidos a estrictos controles para evitar esa posibilidad, pero la relación con ellos es absolutamente cordial". Muchos de esos soldados han perdido a familiares en atentados. Su voluntad de erradicar el EI va, en muchos casos, más allá de lo profesional.
En Bagdad, el reloj suena a las seis de la mañana. Es la hora los ejercicios físicos. "Más tarde pueden alcanzarse temperaturas superiores a 50 grados", aclara E. L., otro de los alicantinos que acaba de regresar. Comienza la instrucción. Tiene 40 años, seis de ellos con el emblema de los MOE en su hombro. Bagdad es su segunda misión tras Kosovo. "Nuestra responsabilidad es alta. Están en guerra. Su vida puede llegar a depender de nuestras enseñanzas", destaca el boina verde.
En esa escuela para la batalla con profesores valencianos hay que aprender a correr, saltar, volar, apuntar, organizar, curar, huir, preparar asaltos, protegerse en núcleos urbanos, moverse con seguridad de noche. "La formación de buenos francotiradores es muy importante", destacan. Y a ello se entregan españoles e iraquíes hasta las cinco y media de la tarde con una breve pausa para comer y descansar.
En el tiempo para el ocio, los instructores del MOE corren, van al gimnasio, charlan con sus familiares o se relajan en el comedor. "Los soldados iraquíes son extremadamente forofos del Real Madrid y el Barça. Una de las primeras preguntas que hacen es si eres de uno u otro equipo". Pachangas entre soldados y hasta alguna paella han acompañado esos momentos de compadreo.
Eso sí, dar un paseo por Bagdad está completamente prohibido. La vida transcurre en la base. E. L. ha realizado desplazamientos entre los cuarteles internacionales de Bagdad y Taji. "Distan sólo 30 kilómetros, pero el viaje se hace de noche y en helicóptero. El trayecto dura sólo 10 minutos, pero está planificado al mínimo detalle para evitar riesgos", describe.
MARINES: Artilleria Antiaérea
Valencianos al mandode los Patriot en Turquía
El Ministerio de Defensa decidió recientemente comprar a Alemania dos nuevas baterías de misiles Patriot, una adquisición para la que destino 41 millones de euros. Con ellas son ya tres las unidades de este armamento que posee el Ejército español. La segunda decisión fue asignar íntegramente los equipos Patriot al Regimiento de Artillería Antiaérea (RAAA) 81, con base en Marines.
Una de las baterías antimisiles, la que ya poseía España antes de la nueva compra, está desplazada en la frontera turca con Siria dentro de la misión internacional para proteger el territorio otomano del Estado Islámico. Como los Patriot ya son material militar del regimiento valenciano, seis suboficiales de la base Marines volarán el martes con rumbo a la ciudad turca de Adana para controlar y mantener el armamento defensivo.
Según un responsable de comunicación del RAAA 81, su misión ha requerido "un periodo de formación de cuatro meses en Estados Unidos". El manejo de las baterías es complejo y conlleva una instrucción muy avanzada. "Estamos muy satisfechos de poder colaborar para defender Turquía y frenar al Estado Islámico con capacidades que ahora son de nuestro regimiento de Marines", destacan.
Al igual que los boina verde de Rabasa, una vez en Adana, los valencianos convivirán en una base internacional cerca de la zona operativa donde están desplegadas las baterías, con capacidad de interceptar otros misiles y cazas enemigos. Los seis valencianos permanecerán allí por un periodo de seis meses. Una vez concluya su misión, y si la OTAN decide continuar con el apoyo a Turquía, el siguiente relevo será también valenciano y, previsiblemente, mucho mayor. "La presencia de los Patriot en la frontera se basa en el temor de que el EI haya tomado misiles Scud sirios al conquistar zonas del país y decida dirigir ese armamento contra Turquía". Las baterías Patriot son el escudo tecnológico ante los Scud y también la protección para otros posibles ataques aéreos.
BÉTERA: Base de la OTAN
La pnta de lanza dela Alianza, en alerta
La base de la OTAN en Bétera todavía no ha sido movilizada contra el EI, pero el grupo yihadista "está presente, junto con otras amenazas", en la preparación que actualmente lleva a cabo el acuartelamiento valenciano. Así lo expuso el teniente coronel Alfredo Campo, responsable de comunicación.
Según altos mandos de la OTAN, el inminente ejercicio militar Trident Juncture (el mayor de la historia reciente de la Alianza y en el que Bétera mandará sobre miles de soldados) "contará con una parte relativa a la amenaza del EI". El cuartel valenciano estará en alerta en 2016 como la fuerza de despliegue más rápida de la OTAN. Un eventual ataque yihadista a Turquía o a cualquier país miembro por parte de las fuerzas del EI podría conllevar una movilización de la base.
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