La Audiencia reabre el caso Soler y el expresidente se sentará en el banquillo

La Audiencia de Valencia ha reabierto el caso Soler, la investigación al expresidente del Valencia por supuestamente planear el secuestro de Vicente Soriano a raíz de la deuda que este mantenía por la frustrada venta de las acciones del Valencia CF.

El juzgado de Instrucción número 12, que investiga el asunto, decidió archivar el caso el pasado mes de julio. No obstante, el letrado de Soriano recurrió el sobreseimiento. La fiscalía se sumó. Y ahora el tribunal acepta el recurso y ordena a la instructora que dicte el auto de procedimiento abreviado, una resolución que equivale al procesamiento en otro tipo de procedimientos y que deja a Soler y al resto de imputados al borde del banquillo.

La Audiencia considera que existen «indicios de criminalidad suficientes» para seguir con la causa. Admite que parte de la acusación se sostiene en la declaración de Rachid. Se trata del confidente policial que reveló el supuesto plan de Soler. Ahora está imputado en la causa, aunque en sus inicios fue testigo protegido. El auto reconoce que este hombre ha incurrido en «contradicciones o inconsistencias» a lo largo de sus comparecencias y que desde que está imputado no ha querido declarar. Pero esto, según la Audiencia, no invalida su versión inicial que narró de forma «espontánea» y por iniciativa propia a los policías.

Además, la resolución precisa que no es la confesión del colaborador policial el único indicio que consta en la causa. El más importante es la grabación de la conversación que mantienen el confidente, Juan Soler y un hostelero amigo del empresario. Las defensas ponían en duda la autenticidad de este material y planteaban que el audio pudo ser manipulado. Pero la Sala no acepta esta tesis. Es más, subraya que los términos de la conversación «no admiten dudas sobre la intención delictiva de los interlocutores y sobre los papeles de cada uno en la trama, así como sobre la remuneración de cada uno de ellos». Insiste en que los imputados no han sido capaces de aportar «una explicación».

El auto recuerda otros elementos sospechosos que pondrían en duda la versión exculpatoria de Soler, re presentado por el despacho Zapata, Bermúdez, Pons y asociados. Por ejemplo, la estancia de tres colombianos en la ciudad de Valencia «con la finalidad de ejercer el secuestro del perjudicado». En este sentido, indica que la llegada de los ciudadanos suramericanos fue confirmada por un testigo quien además hizo de chófer de los sospechosos. La policía incluso llegó a controlar una reunión de estos individuos que se celebró en la avenida de Aragón. En esa misma testifical se admitieron los contactos con el dueño de un bajo de Alfafar, el supuesto zulo al que iban a llevar a Vicente Soriano en las primeras horas de cautiverio.

La Audiencia, en cambio, ratifica el archivo de las actuaciones contra el abogado Juan Carlos Navarro, que fue imputado en la causa como encargado de abrir cuentas bancarias en Ucrania donde supuestamente se iba a transferir el dinero del rescate, según el testigo protegido. Nada de esto ha quedado probado.