500 millones destinados a desalinizadoras, en vía muerta por la falta de uso

Las cinco desalinizadoras que el Gobierno central ha construido en la Comunitat como alternativa al derogado trasvase de agua del río Ebro, y que han requerido una inversión superior a los 500 millones de euros y unos siete años de proyectos, obras y negociaciones, están prácticamente listas, pero su puesta en marcha, por el momento, queda supeditada a que cuenten con demanda, según confirmaron a LAS PROVINCIAS fuentes de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed). Por el momento, los únicos aportes que han realizado se centran en envíos puntuales a comarcas del sur de la Comunitat para paliar los efectos que, este verano, ha originado la intensa sequía.

En la provincia de Castellón, según la información proporcionada por Acuamed, la planta de ósmosis de Moncofar, prevista para el desarrollo de programas de aguas subterráneas y desalación para abastecimiento y regadíos de Castellón y que ha costado 54,1 millones de euros, se encuentra en fase de pruebas y mantenimiento y todavía "se está estudiando la viabilidad de una conducción que suministre al Consorcio de la Plana". Tiene capacidad para producir 30.000 metros cúbicos de agua al día.

La construcción de la desalinizadora de Oropesa del Mar, con el mismo fin pero con un coste algo mayor, de 63,2 millones de euros, está finalizada desde el pasado mes de agosto y la conducción prevista de Oropesa a Benicàssim, valorada en 3,5 millones de euros, se terminará antes de las próximas elecciones generales. Esta planta es capaz de alcanzar los 65.000 metros cúbicos de agua en cada jornada.

En Valencia, la desalinizadora de Sagunto completó las pruebas de funcionamiento y está en condiciones de suministrar casi 23.00 metros cúbicos de agua al día desde hace ya varios meses. Las obras de distribución de la planta, según explicaron desde la sociedad estatal, se han completado por fases. El pasado año se finalizó el ramal al polígono colindante (Ingruinsa) y este ejercicio el resto de ramales (Parc Sagunt, Camí la Mar y Sepes). Todo ello ha requerido una inversión de 37,7 millones de euros y su objetivo inicial era el de reforzar el sistema de abastecimiento del área metropolitana de Valencia y la comarca del Camp de Morvedre. Por ahora parece que hay alguna empresa interesada en adquirir agua, pero una cantidad poco mayor al 3% de la capacidad de producción de la planta.

En la provincia de Alicante sí que han empezado a tener algo más de actividad, pero forzada por la intensa sequía que viene castigando al sur de la Comunitat durante los dos últimos años. La desalinizadora de Mutxamel, tras una inversión de 60,4 millones de euros, sí que está en funcionamiento desde el pasado verano, cuando comenzó a realizar envíos a las instalaciones de Aguas de Alicante con el objetivo de evitar cortes en el abastecimiento de Benidorm, ya que el consumo urbano de esta localidad se dispara en los meses estivales por la llevada de miles de turistas. Las conducciones a Alicante, San Juan y San Vicente del Raspeig han requerido otros 14,4 millones de euros. Sin embargo, con una capacidad de producción de 50.000 metros cúbicos al día pretendía abastecer a toda la comarca del Alacantí y la Marina Baja.

La desalinizadora de Torrevieja, la mayor de Europa y que ha supuesto un coste de 271,1 millones de euros, sí que está produciendo agua de manera continuada y estable desde el mes de agosto, pero como parte de las medidas puestas en marcha por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para paliar los efectos de la sequía. En concreto, remitirá 30 hectómetros cúbicos de agua a los regantes del Tajo-Segura tras el frenazo de aportes del trasvase, aunque su capacidad alcanza los 80.

Precisamente ayer, un millar de personas se manifestaron en Guadalajara para reclamar la finalización de los trasvases de la cuenca del Tajo a la del Segura, ya que los embalses de la cabecera del río (Entrepeñas y Buendía) se encuentran al 13% de su capacidad.

"Dejar que un caudal superior al ecológico vaya al mar para desalarlo es una barbaridad"

Expertos y regantes siempre han mantenido sus reticencias a la puesta en marcha de estas plantas desalinizadoras por varias cuestiones, pero principalmente por el elevado consumo de energía que requieren, y que dispara el precio final del agua, y por la calidad de la producción, puesto que no termina de ser apropiada para todos los cultivos.

El último en sumarse a estas críticas ha sido el presidente del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (Cogiti ), José Antonio Galdón, quien aseguró que "es poco eficiente dejar que el caudal superior al ecológico desemboque en el mar para luego desalarlo, ya que podría ser utilizado y es una barbaridad energética dejarlo ir al mar para luego tener que desalarlo".

Esta situación es la que se registra, precisamente, en el río Ebro, que vierte al mar cantidades ingentes de agua, muy por encima de los caudales que serían necesarios para mantener el equilibrio ecológico del cauce y la desembocadura, mientras que la apuesta en la Comunitat se centra en desalinizar agua marina.

Galdón manifestó así su postura durante la celebración de las XIX Jornadas de Energía y Medio Ambiente en Aragón organizadas con el objetivo de crear un foro de reflexión y diálogo que propicie las actuaciones oportunas para que todas las regiones puedan satisfacer sus necesidades hídricas.

El presidente de los ingenieros técnicos advirtió que "se está cuestionando la integridad del Estado y por ende la solidaridad entre sus territorios", por lo que abogó por "encontrar posicionamientos que no enfrenten a territorios y los una para conseguir los objetivos comunes".

Galdón puso en valor la labor de los ingenieros en "la correcta gestión del agua, defendiendo un modelo basado en la optimización de los recursos escasos". Considera muy necesario que "sigan acometiéndose las infraestructuras y planes de mejora y modernización en todas las regiones, tanto para optimizar los consumos como para la regulación y embalsamiento de las aguas, lo que permitiría a su vez tener otra visión muy diferente sobre los trasvases".

No obstante y debido a la irregularidad de los caudales de los ríos, este portavoz del Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial, se postuló por sistemas mixtos con trasvases en las épocas con excedentes de agua, y que se utilicen las desalinizadoras en los momentos puntuales, "para lo que se tendrían que aumentar considerablemente las capacidades de embalsamiento".