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Simón alquilaba locales y naves, al parecer varias de ellas vinculadas a sospechosos.
La tapadera yihadista de la ropa usada en la Comunitat

La tapadera yihadista de la ropa usada en la Comunitat

Llegaba a facturar dos millones de euros al año. La policía cree que una empresa de prendas de segunda mano de Cocentaina está tras el envío de armas y dinero al Daesh

ARTURO CHECA

Miércoles, 17 de febrero 2016, 21:28

Por aquí pasan unas 25 o 26 toneladas de ropa cada día. La mayoría del género viene de Europa. ¿Que quiénes son los proveedores?». Silencio. Más silencio. El silencio era la respuesta que Nourdine C. daba a esa pregunta. Hace apenas unos meses, uno de los hombres de negocios marroquíes más conocidos de España, un ciudadano árabe capaz de levantar en Cocentaina una empresa líder en el país en el sector de exportación de prendas de segunda mano a África, era objeto de una entrevista en el programa 'Equipo de Investigación' de Antena 3. El fin del reportaje, el millonario negocio de las prendas usadas. Entonces Nourdine no lo sabía, pero ya andaba en el punto de mira de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional. Pero por un motivo muy diferente y mucho más grave: la presunta relación de la empresa Oro Afretex, una mastodóntica nave sita en el laberíntico polígono industrial de Cocentaina, con el envío de armas, dinero y componentes electrónicos para la fabricación de explosivos en contenedores que acababan llegando a manos de terroristas del Daesh en territorio sirio.

«No tenemos nada que ocultar. La mayor prueba de que no hay nada raro es que la policía no precintó nada y nos dijo que podíamos seguir trabajando. Somos transparentes, no hay nada raro», explica a LAS PROVINCIAS por el telefonillo de la puerta de acceso a la fábrica un portavoz de la firma. Pero ni el encargado permite el acceso a las oficinas para una entrevista más sosegada ni se autoriza a este periódico a realizar fotografías de las decenas de personas, la gran mayoría de origen árabe, que a mediodía estaban clasificando miles de prendas en el interior de la nave. «¡Cierra la puerta!», ordena un encargado al observar la presencia de los periodistas. «No hay nada que ocultar», añade el portavoz luego tras el parapeto del portero automático.

Toda la mañana estuvieron el pasado fin de semana los expertos antiterroristas de la Policía Nacional en el interior de la nave dedicada a la ropa usada. Los números de negocio que maneja son mareantes. Según los expertos, el kilo de ropa usada se paga a unos 40 céntimos. Tomando estas cifras como baremo, la fábrica de Nourdine puede llegar a facturar más de 200.000 euros al mes. Dos millones y medio al año, aunque el envío por contenedor puede suponer unos gastos de la mitad de la mercancía. La relación que investiga la Policía Nacional sobre Oro Afretex con el envío de armas y dinero en contenedores con ropa hizo que durante ocho horas los agentes registraran la firma. Se marcharon con ordenadores y cajas repletas de documentación. Nourdine está ya hoy en prisión, al igual que los otros seis detenidos en Muro de Alcoy, Ontinyent, L'Alquería d'Asnar, Crevillent, Alcoy, Alicante y Ceuta.

Captación de mujeres

El imperio fabril del ciudadano marroquí se extiende con Canarias Recycling S. L. y Chicar Mach Melilla R.O.P.A. S. L., otras dos firmas dedicadas al reciclaje de prendas de vestir situadas en dos puntos estratégicos para el envío al norte de África. Según fuentes de Interior, los contenedores remitidos desde la empresa de Cocentaina tenían siempre un mismo destino: el puerto africano de Dakar. No obstante, las indagaciones de la Policía Nacional, tras más de dos años de investigación, es que las armas, miles de euros y componentes electrónicos para fabricar explosivos que, según los agentes, la trama yihadista enviaba al Daesh llegaban hasta Siria por vía terrestre.

El otro vértice organizativo de la red lo encabezaba Ammar Termanini, apresado en Crevillent. Bajo su mando estaba el entramado de empresas «que le permitía realizar envíos de materiales en contenedores cerrados», según Interior. El sospechoso mantenía «constantes relaciones con un integrante del Daesh», que le llegó a solicitar captar a mujeres para casarlas con miembros de la red terrorista en Siria.

El alto nivel adquisitivo de Nourdine queda demostrada en el chalé de tres pisos de altura que poseía en Muro de Alcoy. Valorado en más de medio millón de euros, su puerta de madera noble tenía aún esta semana las muestras del ariete y la palanca empleada por los agentes encapuchados de la Policía Nacional para acceder de madrugada al inmueble. La vivienda unifamiliar tiene ventanas con cristales tintados y cámaras de vigilancia. Dentro estaban el sospechoso y su mujer. La pareja tiene cuatro hijos. La mujer pasó esta semana dos noches durmiendo a las puertas de la Audiencia Nacional, antes de que el juez Eloy Velasco lo mandara a prisión. «Esta destrozada», aseguraba a LAS PROVINCIAS Rachid Zaitouni, portavoz de la Comunidad Islámica de Cocentaina y amigo íntimo del detenido.

Nourdine estaba plenamente integrado en la sociedad local. Había sido secretario de la Comunidad Islámica de Cocentaina, se reunió en numerosas ocasiones con el alcalde del municipio, Rafael Briet, y sus fortuna está detrás, según numerosos vecinos, de la financiación de la mezquita levantada en el polígono de Cocentaina. A un puñado de kilómetros de Muro, los apenas 500 vecinos del pequeño pueblo de l'Alquería d'Asnar aún no dan crédito hoy al arresto de Simón R., un joven de unos treinta años y único español acusado de pertenecer a la red. Ni un gato cruza por sus desiertas calles un mediodía cualquiera entre semana. «Aquello parecía de película. Por lo menos habría 50 policías. Estaba el pueblo tomado. Y Simón es tan normal. No sé, es todo muy raro...», confiesa la dueña de una tienda en la plaza del País Valencià. Prefiere no dar su nombre. En l'Alquería las persianas parecen tener ojos. El nombre de Simón aparece relacionada en los registros mercantiles con dos entidades. Inberilu S. L., dedicada a gestionar propiedades inmobiliarias, y Clean Deal S. L., dedicada a la importación y exportación de mercancías recicladas. Según fuentes policiales, la sombra de sospecha recayó sobre el alqueriero al estar algunos de los detenidos alquilados en naves que ofertaba el joven inmobiliario.

Su arresto se produjo mientras su mujer se recuperaba en el hospital de una operación. LAS PROVINCIAS fue testigo de su regreso a casa el pasado miércoles, acompañada de su hija de corta edad y del abuelo de esta. «Hagan el favor de respetar nuestra intimidad», rogó a este periódico ante la presencia de los reporteros. A las preguntas de si confiaba en la inocencia de su pareja, la joven fue rotunda: «No tengo por qué defender a mi marido».

Nueva amenaza del Daesh

En la travesía de Muro de Alcoy tuvo lugar otro arresto: el del marroquí Ahmed. Residía en una vivienda de la avenida del País Valencià, propiedad de su sobrino. Acababa de llegar de Marruecos y aún tenía hasta la maleta hecha. La policía investiga sus conexiones internacionales y el papel que jugaba en la trama.

La redada de madrugada llevó a los investigadores a sitiar también la avenida de Almaig. «Si no ibas con el DNI no te dejaban pasar», explica el dueño de una cafetería de la zona. En su barra se ha tomado «muchos cafés y algún almuerzo» el ahora arrestado, Abu E. R., de origen jordano. El dueño del bar asegura que hubiera puesto «la mano en el fuego» por el acusado. Recuerda cómo llegaba «con mucha gente por negocios» al bar. «De alguno de los que le acompañaban no te digo yo que no habría sospechado», añadió el hostelero. En la vivienda del arrestado responde su hijo al telefonillo. «No sabemos nada de la Audiencia Nacional. Estamos desinformados». Su padre aguarda en la cárcel el devenir de la investigación. ¿Es inocente? Su hijo elude la respuesta: «No vamos a dar más datos».

Justo ayer se supo que el Daesh refuerza sus amenazas hacia España. El Estado Islámico, en una imagen que comenzó a distribuir entre sus acólitos, sitúa a nuestro país entre sus 28 principales enemigos. Expertos señalan que la imagen, que incluye a Estados Unidos, Rusia o Francia, podría ir dirigida «a animar a sus seguidores a ser más activos en esos países».

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