Las lluvias alivian la tenaz sequía

Las precipitaciones de ayer, las registradas el pasado fin de semana y los ligeros chubascos de los últimos días de abril han devuelvo el optimismo a los agricultores. Principalmente por la escalonada forma en la que se han venido produciendo y por las previsiones que manejan los meteorólogos para los próximos días, en las que apuntan que seguirá lloviendo.

En la tarde de ayer, además, las tormentas que se dieron en el interior de Valencia, localmente con intensidad fuerte aunque de corta duración, vinieron acompañadas de rayos. En zonas como Caudete llegaron a provocar cortes de luz y en Fuenterrobles se registró hasta granizo. En la calle Sorní de la capital, los técnicos municipales tuvieron que talar un árbol que amenazaba con desplomarse. Los bomberos también tuvieron que sanear alguna cornisa en la calle de la Paz. Además, según fuentes de la delegación valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), desde marzo de 2015 no llovía durante tanto tiempo seguido en Valencia.

En Dénia el protagonista fue el viento, ya que provocó que volcase un barco que estaba varado en el puerto y el mástil cayese sobre otra embarcación que había al lado. Además rompió ramas de árboles en la Marineta Cassiana e hizo caer señales de tráfico y partes de una cornisa en la zona de la avenida Castelló.

Estos chubascos están consiguiendo aliviar algo el déficit hídrico que acumula el campo valenciano, y ahorrar riegos a los agricultores, con la consiguiente reducción de gastos y de recursos. Las precipitaciones, además, también está limpiando los árboles de posibles plagas.

Las principales organizaciones agrarias de la Comunitat, como la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) y La Unió de Llauradors, coincidieron ayer en señalar que se necesitaba la lluvia «como agua de mayo» por el déficit arrastrado durante el invierno y por las inusualmente elevadas temperaturas que se vienen alcanzado durante prácticamente el último año. En zonas especialmente castigadas por la actual sequía, como en el pantano de Forata, registraron el domingo acumulados de 30 litros por metro cuadrado en 24 horas. Por su parte, la Hoya de Buñol, otro de los enclaves más perjudicados, llegó ayer a rozar los 38 litros de acumulado.

Por la tarde, las nubes descargaron con fuerza en el interior de Valencia y volvieron a dejar chubascos hasta en la costa. Al cierre de esta edición, los mayores acumulados se habían dado en Siete Aguas (50,8 litros) y en Bugarra (cerca de 40). Localidades de Castellón como Benasal, por su parte, superaron los 45 litros, según el sistema de información de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Para hoy, Aemet espera precipitaciones ocasionales en la mitad norte de la Comunitat, más intensas en el interior y no descarta alguna tormenta ocasional que, ya mañana, se podrían registrar en el interior sur. El jueves y el viernes las precipitaciones serán en general débiles, más probables en la mitad sur.