La guerra del agua por el trasvase al Segura rompe de nuevo al tripartito

Dicen que dos no pelean si uno no quiere. Un dicho popular que no parece que siempre se cumpla. Las continuas presiones que viene realizando el gobierno castellano-manchego y el PSOE regional en contra del trasvase Tajo-Segura han forzado a que en la Comunitat se estén tomando distintas medidas para frenar los ataques.

El problema es que dentro del actual ejecutivo valenciano no existe unidad de acción sobre una materia de tanto calado. Mientras el PSPV ha expresado su respaldo a esta infraestructura, Compromís y Podemos no lo tienen tan claro.

Más bien, el trasvase del Tajo al Segura ha servido, como otros temas anteriormente, para evidenciar que la sintonía entre los partidos firmantes del Acuerdo del Botánico no es la que quieren aparentar, tal y como se pudo apreciar en la reunión de la comisión de Agricultura de Les Corts del pasado martes.

Mientras el PSPV votaba con el PP y Ciudadanos una propuesta para rebajar el caudal ecológico a partir del que se puede trasvasar, Podemos y Compromís mostraron su total rechazo a la iniciativa.

La propuesta inicial fue presentada por el diputado socialista David Cerdan y en ella exponía la dramática situación por la que atraviesa el sur de la provincia de Alicante por la falta de agua. Ante ello planteaba al Gobierno la derogación de los decretos de sequía, ya que las medidas recogidas en esta normativa implicaban aportar agua de peor calidad para los regantes.

Además, la proposición no de ley reclamaba revertir a la situación inicial el Memorándum firmado en 2013 en el que se fijó el caudal ecológico mínimo para hacer un trasvase, que pasó de los 240 hectómetros cúbicos hasta los 400.

El martes se presentó una enmienda transaccional firmada por PSPV, PP y Ciudadanos en la que se pide garantizar el trasvase del Tajo al Segura y la reducción del mínimo ecológico de los 400 hectómetros actuales a los 240 previstos en el documento del trasvase original.

En cambio, los grupos rechazaron una enmienda de Compromís redactada en unos términos muy genéricos y en la que se limitaba a instar al Gobierno a acometer una planificación hídrica de acuerdo con la normativa española y europea. La propuesta sólo logró el respaldo de Podemos.

El secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro, llegó el miércoles a mostrar su desconcierto por la posición defendida por el PSPV en el debate de Les Corts, que calificó de «incomprensible» y que en su opinión vuelve a los tiempos de la «guerra del agua» y del «Agua para todos».

La propuesta salió adelante con los 5 votos del PP, dos de Ciudadanos y uno del PSPV, ya que los otros dos diputados no se encontraban en la sala de la votación.

Cerdan explicó que los dos parlamentarios de su grupo ausentes no se encontraban en la sala, porque al renunciar al tercer turno de palabra hubo una ligera confusión.

Julià Álvaro interpretó por su parte la ausencia de los dos parlamentarios como un desacuerdo interno de los socialistas.

En cualquier caso, Cerdan quiso dejar claro que el hecho de que el PP votara a favor evidencia un cambio de postura, ya que en su momento firmaron el memorándum y ahora se han desmarcado. «Es un buen comienzo», dijo.

Ataque de Castilla-La Mancha

El debate de la propuesta socialista sobre el trasvase se produjo apenas cuatro días después de que la comisión de explotación del Tajo-Segura aprobara una transferencia para junio de 38 hectómetros, prácticamente el doble de lo que se ha venido transfiriendo durante los últimos meses.

Como consecuencia el socialismo manchego salió en tromba para pedir una vez más el fin del trasvase. El ejecutivo de esta comunidad ha ido aumentando la tensión durante su primer año de gobierno con el objetivo de frenar el trasvase sin molestarse en evitar un enfrentamiento con la Comunitat Valenciana. En este sentido, la consejera de Fomento, Elena de la Cruz, aseguró el miércoles que exigirá al Ejecutivo central «datos precisos y fiables» sobre las condiciones en las que se ha aprobado el último trasvase de 38 hectómetros cúbicos. También vaticinó que con esta cantidad habría problemas de abastecimiento. Así mostró sus sospechas sobre la ocultación de las reservas reales del Tajo el pasado 1 de junio con lo que consideró que la transferencia podría ser ilegal al no haber suficiente agua parar incrementar el trasvase.

En cualquier caso, De la Cruz «cualquier decisión jurídica» por parte de la Junta a la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de las mediciones elegidas por la Comisión de Explotación para realizar el trasvase. Insistió también en que una «mínima diferencia» entre los datos «podría suponer una derivación de 38 o de 20 hectómetros cúbicos» y, si las reservas eran de 626 hectómetros, «el trasvase sería claramente ilegal».

Fuentes del Consell explicaron en este sentido que la Generalitat ya se ha personado en todos los recursos que ha presentado Castilla-La Mancha contra los distintos trasvases y lo seguirán haciendo cada vez que se impugne.

Más claro que De la Cruz fue el PSOE de Guadalajara. El secretario general del PSOE en esta provincia y cabeza de lista al Congreso, Pablo Bellido, aseguró el lunes que tanto él como la candidata al Senado, Serrano, respaldarán todas las medidas que conduzcan al fin del trasvase Tajo-Segura.

«Tanto Riansares como yo nos comprometemos, independientemente de lo que haga nuestro partido, a votar siempre a favor de cualquier medida que conduzca a acabar con los trasvases», aclaró. Bellido indicó que «no podemos permitir que nos esquilmen los recursos que suponen progreso y futuro para Guadalajara y, en este sentido, nuestro compromiso es primero con la provincia y luego con el PSOE».