ARTURO CHECA
Domingo, 19 de junio 2016, 21:53
Sandra y Alan leen la prensa británica bajo un sol que ya se deja más que notar en el sonrosado cutis de él. Sobre sus cabezas, un cartel del 'Acqua. Bar&Steak House'. A su alrededor, hacia la una del mediodía, dos decenas largas de compatriotas ocupan otras tantas mesas de la terraza. Apenas se oye algún 'oh là là' francés y son casi anecdóticos los '¡uf, qué calor!'. 'We're from Europe. Let us in!', se lee en la portada del 'Daily Mail', el segundo periódico más leído del Reino Unido tras el sensacionalista 'The Sun'. O lo que es lo mismo: 'Somos europeos, ¡dejad que sigamos siéndolo!', un mensaje lanzado en el rotativo por inmigrantes del continente ahora residentes en Gran Bretaña. La escena, abstrayéndose un poco, podría tener lugar en Londres, Bristol o Edimburgo, tres de los puntos más turísticos del Reino Unido. Pero al levantar la cabeza de la matrimonial estampa de Alan y Sandra te deslumbra la luminosidad de la playa del Arenal de Xàbia y la magnética presencia del Montgó. Ellos dos son parte de los 253.000 británicos residentes en nuestro país, dos de los 82.000 ciudadanos del Reino Unido que eligieron la Comunitat como hogar. Y La Marina (hay unos 5.000 británicos en Xàbia), Benidorm y Orihuela (unos 13.000 residentes del Reino Unido) son las grandes capitales de la 'colonia guiri' en las que el debate del 'Brexit', el referéndum del próximo jueves sobre la salida o permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, se vive con tanta intensidad como en la City.
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Sandra y Alan
«Yo quiero quedarme, mi marido quiere irse»
«Yo quiero permanecer en Europa, él quiere irse», resume con sonrisa interesante Sandra, la jubilada británica. Su marido la observa irónico mientras apura una pinta. «No lo sé seguro, no lo sé seguro», subraya el oriundo de Lancashire. Dudas. La principal palabra y sensación que surge en el discurso de todos los británicos al hablar de la consulta. La postura mayoritaria, o casi unánime, entre los británicos en la Comunitat es la de seguir en Europa. El miedo a qué ocurrirá con ellos no es una minucia. «Yo pago impuestos aquí», enfatiza Alan. Su mujer asiente al lado. «Si te atienden aquí en el médico, Inglaterra paga a España por esa atención», resume Sandra. Es el sistema de compensación por el que también España paga la manutención sanitaria de los ciudadanos españoles en Gran Bretaña. La pareja tiene seguro privado y ello les hace mirar con alivio al futuro. «Pero los que no tienen, la cobertura médica si Inglaterra no paga impuestos, peligra», advierte la mujer. «Pero no es seguro que dejen de pagar.», apostilla su esposo. Dudas, dudas, dudas.
La pareja sí reconoce una poderosa razón entre quienes apuestan por decir sí al 'Brexit': la disparada inmigración existente en las grandes ciudades del Reino Unido. «Hay sitios, como Londres, que en algunos barrios parecen Islamabad», reconoce Sandra. La mujer cuca los ojos tras sus gafas de sol para enfatizar su afirmación. Aunque lima las aristas de su frase. «La mayoría de musulmanes o pakistaníes son maravillosas personas y muy trabajadoras, pero hay otros que acuden al calor de los subsidios y ayudas por hijos, y el sistema se resiente...».
Miedo. Resistencia a dar la cara. Tensión al plantearse el tema. LAS PROVINCIAS logra cuatro testimonios para este reportaje con nombre y apellidos. Sólo en parte, porque Sandra y Alan piden «que no se les reconozca en la foto». Se parapetan tras el Daily. Otros tantos rechazan ser identificados. Como un estudiante de la Liverpool John Moores University, erasmus en la Universidad Politécnica, que acepta inicialmente aparecer en el reportaje pero lo rechaza después, «pues creo que mis respuestas van a ser manipuladas». Él es favorable a la salida del Reino Unido de Europa.
Como Jeb, dueño de un videoclub en Benitatxell, otro enclave de la británica Marina. «No quiero entrevista, pero me gustaría charlar contigo». Cree que la salida de Europa «no es buena para el Reino Unido ni para España. Ni para Europa». Pero ve razones entre los que proclaman el 'go', la salida de la Unión. «Alemania no puede ser sólo la locomotora de Europa. Tiene que crear conciencia de continente, y no sólo a base de recortes», subraya Jeb antes de hacer chasquear sus chanclas y meterse de nuevo en la penumbra de su negocio.
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Kieran Bray, Responsable inmobiliario
«Hay gente que llega y no sabe si comprar o no»
Tres dormitorios en Villa Javea, 1,3 millones. Tres dormitorios en Moraira, 340.000. Apartamento en Xàbia, 189.000. Cuatro dormitorios en una villa de Xàbia, 650.000. Del súper lujo a opciones más económicas, en el escaparate de la inmobiliaria Blu Property Group aparecen infinidad de opciones de negocio. Los compradores británicos son su principal mercado. «Últimamente muchos llegan y no saben si comprar o no comprar, si se van a quedar o no. O cómo les va a afectar todo esto con el tema de la libra...» La recepcionista reconoce en una primera conversación que las operaciones están congeladas con el 'Brexit' en el horizonte.
Kieran Bray aparece al instante, megasonriente, impecable con una camisa blanca, arremangado y con una taza corporativa de humeante café. A sus 25 años es ya el responsable de marketing de la inmobiliaria. Y su discurso, el oficial, apunta más al optimismo. «Es verano y la gente sigue buscando cosas»; «Esta es una zona muy segura y muy tranquila»; «No hemos notado cambios, trabajamos con clientes internacionales de toda Europa». Son las respuestas que salen de boca de Kieran Bray ante las preguntas de si las ventas se han ralentizado. Aunque sí acaba reconociendo la incertidumbre de muchos compatriotas: «La gente no sabe qué pensar acerca de si lo que viene será bueno malo».
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El responsable de la inmobiliaria no duda en remarcar la que es su opción: «La ventaja de formar parte de un continente es mayor, es mucho más seguro a nivel económico». Eso sí, Kieran Bray no oculta otro de los puntos a favor entre los partidarios de dejar Europa; los británicos seguirían jugando «la baza de su moneda, la libra, con mayor ventaja en los cambios de divisas».
Desde Blu Property Group, en segunda línea de la playa del Arenal, hasta el paseo junto a la costa, los letreros de 'holidays', de 'organic waste' en los contenedores o 'cold drinks' en los bazares junto a la playa empiezan a hacerse masivos. Los tres leones del escudo de la selección inglesa de fútbol empiezan a desfilar. Queda poco más de una hora para el trascendental choque 'fratricida' de la Eurocopa entre Inglaterra y Gales. Locales como el Chabayabada se abarrotarán de británicos que gritarán enfervorecidos cuando su selección remonte el tanto inicial de Gareth Bale.
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1.400 millones meno
No sólo escenas como esta demuestran el peso del turismo británico en la Comunitat. Según datos del INE del pasado mes de marzo, o de la operadora Frontur, 13 de cada 100 viajeros extranjeros llegados por placer a la Comunitat son del Reino Unido. En términos nacionales, «el 2,4% de todos los turistas extranjeros que visitan España son británicos que van a la Comunitat», según un informe del Instituto de Estudios Económicos Provincia de Alicante (INECA). Según este informe, la caída del turismo británico podría suponer una merma de 1.400 millones de euros al año para las arcas valencianas.
Katie, agente comercial
«Puede hacer mucho daño al turismo»
Katie (prefiere que no aparezca su apellido, aunque sí da la cara; de nuevo el 'temor' con el tema...) es el ejemplo palpable del daño al turismo al que pone cifras ese estudio del instituto alicantino. «Aquí hay muchos negocios y mucha gente que vive todo el año de los tres o cuatro meses del verano. Si el 'Brexit triunfa va a hacer mucho daño al turismo». Nació en Liverpool y lleva desde 1998 en Xàbia. «No voto, a los que llevamos más de 15 años fuera, no nos dejan», lamenta. Su opción sería quedarse en la UE. «Si salimos, ¿pasaremos a ser ilegales mi hija y yo? Tendremos que sacarnos papeles, pasaporte, visado todo el que quiera venir...», lamenta la joven de 32 años.
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En su puesto de trabajo reconoce que la contratación de publicidad por parte de británicos está «algo parada». A la hora de invertir «hay dudas», un discurso muy similar al lanzado por el responsable de la inmobiliaria Blu Property. Inseguridad es la constante en todos los entrevistados en suelo de la Marina. «Nadie ha dicho: si nos quedamos, esto va a pasar; si nos vamos, esto va a pasar», es la poco clarificadora conclusión de Katie.
Nick Dann, profesor de inglés
«Critican la inmigración cuando eso es riqueza»
Cinco años en Italia, un año en China, cinco ahora en España. Y siempre con la mochila al hombro y el diccionario en el bolsillo. Nick Dann, de 38 años y natural de Bristol, lleva 13 dedicado a la enseñanza del inglés. Hoy lo imparte en varios centros educativos de la ciudad de Valencia. El docente no se olvida de tener un recuerdo para Jo Cox, la diputada laboralista asesinada supuestamente por un radical partidario del triunfo del 'Brexit'. «Es un caso aislado, de un radical. No creo que influya en el referéndum, pues cada uno votará en conciencia, y creo que el resultado va a ser no salir de la Unión Europea».
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«No se sabe», es otra vez la respuesta de Nick Dann cuando se le interroga acerca de las consecuencias para la docencia o su situación personal si el 'Brexit' triunfa. Explica que no tiene por qué haber problemas para trabajar en España «si se producen acuerdos recíprocos entre Reino Unido y España». Eso para los que ya estén empleados en el extranjero, como él. La necesidad de «hacer más papeles» para los que quieran llegar en un futuro sí parece un horizonte más que probable.
Sobre si se paralizará el intercambio de estudiantes o erasmus en caso de convertirse el Reino Unido en extracomunitario, idéntico planteamiento del profesor de inglés: «Si hay acuerdos entre países no habrá problema, y Reino Unido no puede renunciar a la excelencia de estudiantes por ejemplo de Asia o Arabia Saudí, que hoy hay muchos».
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Sobre la atracción que ejercen sobre muchos compatriotas los argumentos del 'Brexit', como controlar más la economía estatal o un bien tan preciado en el Reino Unido como la agricultura. O el exceso de inmigración que se pretende atajar. «Critican la inmigración, cuando eso es riqueza. Habrá extranjeros que vienen a aprovecharse de las ayudas sociales por hijos o por estar en el paro, pero la mayoría llega para trabajar y enriquece el país».
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