Los socorristas exigen más vigilancia tras duplicarse la cifra de ahogados en junio

El arranque del verano está resultando especialmente nefasto en las playas y piscinas de la Comunitat Valenciana. Junio ya acumula once ahogados, frente a los cinco que perecieron en el mismo periodo del año pasado. El alarmante aumento se produce en un contexto de incremento de turistas y visitantes al litoral y en un mes en el que la vigilancia de las costas no está todavía al cien debido a que los ayuntamientos prevén el máximo refuerzo en julio y agosto.

Según los datos aportadas por el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), ocho de las muertes se han producido en playas, dos en piscinas privadas y otra más en una balsa de Carcaixent. Y eso es sólo en el mes de junio. Ya antes de este mes hubo otros siete fallecimientos concentrados en la primavera, un periodo en el que la vigilancia de playas es muy reducida. De los ocho bañistas muertos en junio en nuestras costas, cuatro de ellos perecieron cuando se sumergían fuera de los horarios de vigilancia pese a su edad avanzada.

«Actualmente, no existe ninguna ley que fije cuál debe ser el número de socorristas, el periodo de inicio de la vigilancia o los horarios», lamenta Jesús Troyano, presidente de la Federación de Salvamento y Socorrismo de la Comunitat Valenciana. «Falta una legislación que fije los parámetros». En esta tesitura, «el calendario y personal contratados se fija en función de lo que decide cada ayuntamiento», añade el experto.

El horario más generalizado, y Cruz Roja coincide en la estimación, es el que va de 11 a 18 horas, «pese a que el día en esta época dura más y las costumbres de muchas personas hace que las playas empiecen a llenarse antes y se vacíen después». Troyano considera que la vigilancia de las playas «debería adelantarse a mayo y extenderse hasta septiembre con un horario de 9 a 21 horas para garantizar al máximo la seguridad de los bañistas».

Al mismo tiempo que insta a los ayuntamientos a ampliar horarios, considera que con el problema de los ahogados falta «una prevención similar a la de tráfico» y es necesario «prohibir con medidas efectivas el baño cuando en los periodos del día sin vigilantes en la playa».

Jorge Fernández, vicepresidente de Cruz Roja, también lanza advertencias: «En los últimos años se han reducido presupuestos en contratación de socorristas y el turismo, sin embargo, está creciendo. En junio las playas ya empiezan a llenarse mucho con jubilados, adolescentes o turistas extranjeros. En realidad, el turismo en la Comunitat funciona casi todo el año, mientras que el refuerzo de socorristas se concentra en los meses de julio y agosto».

Cullera, por ejemplo, tiene 14 kilómetros de playa. La presencia de socorristas va en aumento con el buen tiempo, pero no es hasta el 1 de julio cuando se alcanza el máximo refuerzo con 31 socorristas y seis postas sanitarias en funcionamiento. Tavernes de la Valldigna no ha ampliado personal respecto al año pasado: habrá un equipo de 20 profesionales entre socorristas, conductor de ambulancia, patrón de salvamento y coordinador. El periodo de vigilancia arranca el 15 de junio y concluye el 15 de septiembre. Y no siempre con la misma cantidad. «Según avanza la temporada estival se incrementa», indicaron.

Dénia acumula tres de las ocho muertes en playas en junio. Allí el servicio de vigilancia se ha ampliado respecto al año pasado, pero sólo en temporada alta. A partir de entonces habrá 42 socorristas, 8 responsables de postas y cuatro patrones de embarcación entre las 10 y las 19.30 horas. En mayo, aún no había vigilancia.

En Xàbia, el servicio de socorrismo en junio se activa entre las 11 y las 19 horas en las playas del Arenal, La Grava y La Granadella. En la Barraca y Montañar sólo en fin de semana. Únicamente a partir del próximo viernes será diario en todo el litoral entre las 10 y las 20 horas.