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efe
Domingo, 3 de julio 2016, 12:23
Una auditoría encargada por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Riba-roja del Túria, compuesto por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida, ha detectado 39 fallos en la piscina cubierta del municipio, cuya construcción tuvo un sobrecoste de 2,5 millones de euros.
El gobierno municipal denuncia el "despilfarro y los gastos suntuosos y cuanto menos injustificables" que aplicó el anterior gobierno del PP en el proyecto de construcción y diseño del complejo deportivo de la piscina municipal, denominado la Mallà y que se inauguró a finales de 2012.
El informe técnico propone reformas por valor de 279.500 euros a los tres años y medio de la inauguración del complejo deportivo municipal, según informa el Ayuntamiento.
Según las fuentes, entre el derroche de este complejo deportivo, que tenía un presupuesto inicial de 3'5 millones y acabó costando un total de 6, destaca la compra de un dispositivo de descalcificación del agua en todo el complejo, incluido los váteres de los baños, "una circunstancia que no es necesaria ya que su destino final no es el consumo humano".
El complejo deportivo contiene -según la auditoría de una empresa especializada encargada por el ayuntamiento- hasta 39 fallos y deficiencias que deben ser subsanadas y resueltas a medio plazo por el consistorio, ya que actualmente hasta 3.000 usuarios acuden al centro, entre el gimnasio, los abonados de la piscina y los alumnos de los cursillos de natación.
Entre los fallos que padecen estas instalaciones cabe destacar la ausencia de una manta térmica que reduzca el gasto de energía, la falta de una red de colectores o fuentes renovables alternativas para la producción de agua caliente sanitaria.
Además, tiene un sistema de descalcificación insuficiente de 9 metros cúbicos a pesar de necesitar uno nuevo de 17 metros cúbicos por hora, falta de caudal en las duchas, problemas con la unidad deshumidificadora, oxidaciones en el forro metálico de los pilares o fugas en la red de desagüe de la playa de la piscina, entre otras.
El informe técnico considera necesaria una inversión de hasta 279.500 euros para resolver todos los problemas y deficiencias detectadas y, de esta forma, dotar el complejo deportivo con todos los sistemas tecnológicos para su buen funcionamiento y, especialmente, para aumentar los parámetros de eficiencia en los sistemas energéticos y de ahorro en el consumo.
En total, se trata de veinte actuaciones entre las que destaca mejoras en la red de saneamiento del sótano (3.000 euros), la ampliación de distribuidor de agua (25.000 euros), o sumideros en las duchas de los vestuarios (15.000 euros).
También incluye un repaso en los puentes térmicos (2.000 euros), cambio en los rociadores de las duchas (6.000 euros), instalación de una manta térmica (10.000 euros), aislamiento para la sala de padres (15.000 euros), ampliación de la sala polivalente (30.000 euros), un nuevo grupo de presión de caudal (45.000 euros) o la modificación del sistema deshumidificador (95.000 euros).
La piscina carece de las dimensiones adecuadas para albergar competiciones oficiales de natación, motivo por el cual el club de natación de Riba-roja de Túria no puede participar en este tipo de iniciativas deportivas.
Por ello, tiene que desplazarse a otras localidades cercanas para llevar a cabo estas competiciones a pesar de que las instalaciones debían estar listas y en funcionamiento efectivo en el año 2007 y se demoró hasta el año 2012.
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha afirmado que la situación actual de la piscina "es la muestra palpable de la gestión derrochadora y despilfarradora del Partido Popular".
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