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CHEMA BERMELL
Sábado, 23 de julio 2016, 21:58
La muerte de un joven de 29 años en Valencia y la grave intoxicación de otros cuatro por consumo de éxtasis líquido ha desatado la alarma por la peligrosidad de esta sustancia. La Policía Nacional arrestó esta semana a dos hombres por su presunta relación con el fallecimiento de la víctima. Los detenidos pasarán hoy a disposición del juez que instruye el caso.
Uno de ellos, Cristino L. P., de 51 años, almacenaba en su piso un millar de frascos con drogas sintéticas que vendía a través de internet. La actuación policial ha evitado que más personas se intoxicaran o murieran en el caso de que hubiesen consumido la misma sustancia que tomó el joven fallecido.
El éxtasis líquido, nombre coloquial por el que se conoce al ácido gammahidroxibutírico (GHB), es una droga que se metaboliza muy rápido, «lo que hace difícil su detección en los análisis», explica Andrés Roig, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Casa de Salud. Esto unido al hecho de que suele mezclarse con otras sustancias hace que muchas muertes no se relacionen con el éxtasis líquido tras realizar las autopsias.
El verano viene unido a un aumento en el consumo de estupefacientes. «Los jóvenes tienen mayor tiempo de ocio y más oportunidades para consumir drogas», expone Juan Barcala, director de proyectos de Controla Club, una ONG especializada en drogodependencia. Pese a este repunte, Barcala considera que el consumo de drogas sintéticas se da en «casos aislados» y en ambientes «underground». En cambio, Alejandro Riaño, presidente de Valencia Sin Drogas, piensa que la muerte del joven intoxicado por éxtasis «no va a ser la última», pues la droga «ya está en el mercado». Riaño señala la crecida de la venta de estupefacientes en internet y que las drogas de diseño son muy baratas. El éxtasis líquido se vende por 10 o 12 euros. «La droga en Valencia es un grave problema», asevera Riaño.
El GHB es un fármaco que en sus inicios se concibió como anestésico. Hoy en día entra dentro del grupo de estupefacientes conocido como «club drugs» o drogas de baile, utilizadas con fines lúdicos. El éxtasis líquido se consume buscando sus efectos euforizantes, la desinhibición y como potenciador sexual, pero un consumo excesivo puede provocar comas de aparición súbita e incluso afectar al sistema respiratorio y provocar la muerte.
«Los efectos adversos se potencian cuando se consume con otras drogas», advierte Roig. Este es el caso que se dio con los cinco jóvenes intoxicados. Además del éxtasis, habían tomado otras sustancias como cocaína o viagra. «Lo consideran una droga segura que no engancha», comenta el psiquiatra, pero la realidad es que «afecta al sistema nervioso central» y puede ocasionar daños cerebrales severos si se consume reiteradamente, incluso puede generar enfermedades mentales como la depresión.
El GHB también se incluye entre las «date rape drugs», drogas usadas para cometer robos o violaciones, estando implicado entre el 2 y el 4% de los casos, según Andrés Roig. Al ser un líquido incoloro, inodoro y ligeramente salado es fácil añadirlo a la bebida de la víctima, alterando así su conciencia, su voluntad y su capacidad de juicio, provocando lo que se denomina «sumisión química». En los últimos años, el éxtasis líquido se ha empleado en otra modalidad de consumo, las llamadas «chem-sex» o maratones sexuales mediados por drogas sintéticas. Es este el uso que dio al GHB la pareja de jóvenes intoxicada en Valencia, que acabo con uno de ellos muerto.
Sucede, además, que la sustancia consumida por las víctimas contenía un corrosivo empleado para limpiar las carrocerías de los coches. Existen otras dos drogas que están emparentadas con el GHB. Son la Gammabutirolactona (GBL) y el 1-4 Butaneidol (BD). Cuando estas son ingeridas, el organismo las transforma en éxtasis líquido. Es posible que fuera una de estas dos drogas la ingerida por los dos jóvenes, ya que son habituales en productos de limpieza, pinturas y disolventes que resultan de fácil adquisición y no están sometidas a ninguna regulación legal, según el experto.
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