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Laura Garcés
Sábado, 23 de julio 2016, 21:58
La comida que los pacientes del Hospital Doctor Moliner, centro de enfermos crónicos de Serra, han recibido en sus habitaciones desde principios de este mes, ha generado descontento y reacciones críticas como la campaña de recogida de firmas que ha conseguido 300 apoyos, según comunicó ayer el sindicato Csif. Con todos ellos la formación sindical avaló el escrito dirigido a la Conselleria de Sanidad para solicitar que los menús se preparen en el propio centro y que no se trasladen desde otras instalaciones sanitarias.
La movilización del sindicato llegó cuando vieron que se imponía «abordar el problema generado por la bajada alarmante de la calidad en la comida, así como su presentación y contenido». Los problemas a los que se refiere el sindicato «empezaron el pasado día cinco», tal como explicó uno de los representantes del Csif en el Doctor Moliner.
Ese día empezó a «traerse la comida cocinada desde el Arnau» y, por tanto dejó de prepararse en las cocinas propias del hospital de crónicos. Ello, conforme a la aclaración de la fuente, comporta un proceso que pasa «por bajar la temperatura al límite, sin llegar a la congelación, y luego cuando llega al hospital se tiene que regenerar». La necesidad de cumplir con esos pasos conduce a que, a juicio del Csif, «la calidad ha bajado» hasta el punto de que «el 75% de los menús acaba tirándose».
Este sindicato ya denunció la semana pasada que el deterioro observado en el servicio llegó hasta el punto de devolver la comida recibida el pasado domingo 10 de julio por su estado de congelación y a servir, en su lugar, fiambre a los pacientes.
En su escrito el sindicato recordó que el Doctor Moliner dispone de una cocina nueva, reformada, «con los elementos que permiten ofrecer unos menús de muy alta calidad adaptados a cada tipo de dieta». Apuntaron también que hasta principios de este mes «se había cocinado en el mismo hospital, sin recibir quejas y con la profesionalidad de pinches y cocineros».
Revertir el servicio
Ante la situación que se ha desencadenado, generando «descontento» entre los pacientes y los familiares, la central sindical solicitó «que se revierta los servicios de cocina en su totalidad a lo público», en tanto que el servicio está externalizado «desde 2007».
La formación sindical señaló que cuenta con el respaldo de la dirección del recinto hospitalario y subraya, principalmente, «la importancia de ofrecer una comida de calidad a los pacientes, sobre todo en un hospital de crónicos de media y larga estancia, que permanecen durante meses ingresados». Este centro sanitario dispone de 120 camas para tratar a pacientes crónicos.
La recogida de firmas y el escrito de la formación sindical no han sido las únicas muestras críticas que ha generado la comida del centro sanitario. En un tablón de anuncios de las instalaciones hospitalarias una nota escrita a mano mostraba el malestar de algún usuario del centro sanitario ante el hecho de que «un paciente tenga que gastarse dinero en la cafetería».
Además, el pasado jueves algún ciudadano descontento con el servicio de cocina colocó una pancarta en la que podía leerse: «Los enfermos tenemos derecho a comida en condiciones por favor», según la información facilitada por el sindicato Csif.
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