Bernat Sirvent
Domingo, 24 de julio 2016, 01:32
El secretario general de la ejecutiva local del PSPV-PSOE, Gabriel Echávarri, salió ayer nítidamente reforzado de la multitudinaria asamblea general en la que el también alcalde alicantino formalizó el anuncio para presentar su candidatura a reeditar dicha secretaría en el congreso que se celebrará, previsiblemente, a final de año. Tras analizar y hacer balance de su primer año al frente de la Alcaldía y los últimos resultados electorales, en los que apeló precisamente a la autocomplacencia, Echávarri recibió una cerrada y larga ovación. Previamente, también se hizo fuerte cuando se votó a mano alzada la ratificación de los últimos cambios obrados en febrero en la ejecutiva local socialista. El 77% votó a favor.
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Sábado de julio y, a las seis de la tarde, el salón de actos de UGT en Alicante estaba atestado de militantes socialistas. No eran pocos los que destacaron que no se recordaba una asamblea tan multitudinaria. Casi doscientas personas, de las que 158 votaron en la parte preliminar la ratificación de los últimos cargos orgánicos (algo que había sido reprochado previamente por el catedrático de Derecho Constitucional, José Asensi, al considerar que estatutariamente no era preceptivo) escucharon atentamente al secretario general Echávarri.
Aseguró que el «partido» de las últimas elecciones generales se salvó a nivel estatal pese al tan cacareado 'sorpasso' de Podemos y apoyó el voto negativo a la investidura de Rajoy. «No estamos hablando del interés general, sino del de Rajoy, quieren hacer presidente a Mariano con nuestros votos y así nosotros estamos muertos», advirtió. Analizó el último proceso electoral en la ciudad y, sin echar mano del conformismo pese a destacar la subida de 4.000 votos respecto a las municipales de hace un año, criticó que los 34.000 sufragios de los socialistas quedan muy lejos de los 68.000 del PP «cuando aquí y en la Comunitat ha pasado todo lo que ha pasado con ese partido». Insiste en que el PSPV es la fuerza hegemónica de la izquierda en la ciudad tras usar de nuevo el término UTE para la coalición Compromís-Podemos. «Por separado, no llegan ni a 15.000 votos cada uno en Alicante», calculó Echávarri. «El PP de Alicante está muy lejos de los cien mil votos de antaño, pero aún obtiene muchos y nosotros tenemos que ponernos las pilas», sentenció en clave de ruego.
En el plano de la gestión municipal, cree que los alicantinos «ya ven que gobernamos las áreas con responsabilidad y vuelven a confiar con nosotros tras un año sin líos internos e infamias en nuestra ejecutiva», apostilló. Calificó el primer año como alcalde de «muy duro por una realidad municipal heredada del PP, pero hemos logrado devolver la honradez a la ciudad y ya no nos recuerdan cuando salimos fuera los escándalos de Alicante, pues, como dice Ximo Puig, teníamos una hipoteca reputacional muy grande». Le recordó a los socios del tripartito, Compromís y Guanyar, que «nosotros tenemos el pacto con la ciudad de Alicante, no ha desparecido ni Navidad, ni Semana Santa, ni Santa Faz ni lo hará, porque nosotros siempre defenderemos a la ciudad».
A la hora de razonar su anuncio para optar por segunda vez a la secretaría general local, destaca la necesidad de un «proyecto de integración absoluta de ideas y proyectos, porque sin un partido fuerte no hay posibilidad alguna de revalidar los gobiernos de Alicante y el Consell». Entre quienes le escucharon, el histórico dirigente Ángel Franco, quien en su momento solicitó la baja temporal.
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