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efe
Miércoles, 17 de agosto 2016, 18:57
El Ayuntamiento de Riba-Roja de Túria ha llegado a un principio de acuerdo con los propietarios de los terrenos sobre los que se asienta el yacimiento visigodo de "València la Vella" para su adquisición, lo que le permitirá municipalizarlo con el fin de evitar su expolio. La compra de las 4,5 hectáreas de terrenos se cifra en 70.000 euros, a expensas de que se llegue a un acuerdo final con el propietario de la última parcela que queda por comprar.
El objetivo del consistorio pasa por desarrollar un plan integral de estudio, rehabilitación y restauración de este emplazamiento para mejorar la fortificación y evitar el expolio y robo de materiales y elementos del yacimiento, que, aseguran, "uno de los conjuntos arqueológicos más valiosos de la época visigoda en España" según el consistorio..
Asimismo, desde la corporación municipal lamentan que el yacimiento haya permanecido olvidado por la administración local desde que, entre los años 1978 y 1980, tuviese lugar una excavación de la Diputación de Valencia. Tras ella, además, se produjo la destrucción de parte del yacimiento cuando una máquina excavadora arrasó varias torres de la fortificación y parte de la muralla para construir un puente necesario para habilitar una línea de tren.
Los tres arqueólogos que han dirigido las excavaciones a lo largo de las tres últimas semanas -Josep Maria Macias, Albert Ribera y Miquel Rosselló- han presentado esta mañana los resultados de los trabajos, gracias a los cuales se han descubierto tres torres más que se unen a las otras dos ya descubiertas. En las labores de adecuación y limpieza de la parte baja del yacimiento se han identificado una escalera de acceso a la muralla y una pared paralela que transcurría a modo de ronda de circunvalación.
Por otro lado, el uso de un georradar ha facilitado el hallazgo de otras partes antiguas del yacimiento, como una gran plaza en la parte baja, varios muros y numeroso material y objetos que permiten deducir que la fortificación se remonta a los siglos VI y VII. Entre el material encontrado destacan ánforas de Ibiza, del sur de Turquía, el Egeo, Palestina y Túnez, que se utilizaban para la importación de vino y aceite, así como la localización de monedas y dos pequeños bronces.
La existencia de una muralla de más de tres metros de altura permite deducir que tenía una función militar y que en su interior pudo instalarse una población importante de personas, dada la solidez de las construcciones y la fecha de los hallazgos.
El alcalde de Riba-Roja ha insistido en la necesidad de "apostar por recuperar parte de nuestra historia para incentivar el turismo histórico como fuente dinamizadora de la economía local".
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