Luis Candela
Jueves, 6 de octubre 2016, 02:30
Un juzgado de Orihuela ha condenado a un hombre que decidió zanjar una discusión provocando un atropello que por poco no acabó en tragedia. Se trata de unos hechos que se remontan a hace casi cuatro años, en diciembre del 2012, cuando el protagonista mantenía una fuerte riña con otra persona en un pub de Redován. En un momento dado, el sujeto salió del establecimiento nocturno y se montó en su todoterreno, por lo que parecía que el asunto había quedado finiquitado.
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Nada más lejos de la realidad, pues cuando puso en marcha el vehículo, arrancó y arremetió contra los clientes que se encontraban en la terraza del local, tal y como sostiene el Ministerio Público en su escrito provisional de acusaciones.
En el siniestro resultaron heridos de gravedad dos hombres que en ningún momento sospecharon que durante su tranquila estancia en la terraza del pub se les echaría encima un todoterreno. Mientras compartían unas consumiciones con el resto de clientes no tuvieron tiempo para esquivar al conductor.
El procesado reconoció ayer los hechos tal y como los describe el representante del fiscal. Por ello, el tribunal le impuso una pena de cuatro años de prisión por dos delitos de lesiones con la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas. Sin embargo, el castigo de cárcel quedó suspendido en el mismo acto a condición de que el acusado, defendido por el abogado penalista Moisés Candela Sabater, no delinca por un tiempo de tres años.
Además, el enjuiciado tendrá que realizar trabajos en beneficio de la comunidad y se le impuso la prohibición de acercamiento contra los dos principales afectados durante cuatro años. Estos sufrieron heridas por todo el cuerpo, además de lumbalgias y cervicalgias, por las que requirieron más de un mes en sanar.
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Las acusaciones reclaman de inicio penas más severas para el procesado, aunque en el acto del juicio lograron alcanzar un acuerdo que se ha resuelto con los dos años de prisión por cada delito de lesiones y diez meses de trabajos comunitarios. En lugar de ello, la Fiscalía le reclamaba antes de la vista oral una pena de seis años entre rejas, tres años por cada delito, mientras que la acusación particular la elevaba hasta a un total de diez años de privación de libertad. El Ministerio Público fijó las indemnizaciones en 3.200 euros para cada uno de los perjudicados.
El penado escuchó en el mismo acto del juicio la lectura de la sentencia 'in voce', aunque en los próximos días se le notificará en papel, como indicaron las fuentes jurídicas consultadas.
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